viernes. 29.03.2024

La pasada semana, Maribel Lorente recordaba en redes sociales que un 9 de diciembre del 2005 Digmun fue inscrita en el registro de asociaciones como una ONG sin ánimo de lucro. Han pasado 17 años, rememoraba su presidenta, "y nuestra lucha no ha caído en saco roto. Muchos menores han sido escolarizados y han podido optar por una educación digna. Muchas mujeres recibieron formación y encontraron un lugar para ser oídas y queridas. Muchas personas recibieron ayuda humanitaria y consiguieron pequeños momentos de bienestar. Hemos atendido a todas las personas que llamaron a nuestra puerta sin importarnos la raza, religión, sexo, nacionalidad...sin pedir nada a cambio. Hemos denunciado, reivindicado, luchado y visibilizado todas las situaciones de discriminación que sufren y siguen sufriendo muchos colectivos en Ceuta. Hemos conseguido sobrevivir un año entero sin ninguna subvención de esta ciudad. Gracias a todos los que habéis caminado a nuestro lado en estos 17 años".

Este post en Facebook, suponía todo un relato que a m odo de epitafio ponía sentido crítico y a la vez, suponía una despedida.
Los ingresos de la subvención por Convenio con la Ciudad Autónoma para Maribel Lozano no han sido fácil. "Cada año el Interventor nos ponía inconvenientes exigiéndonos datos de todo tipo para hacernos el ingreso. El año pasado nos lo hicieron en diciembre". Dicen que se han aburrido de tantas trabas: "No mendigamos dinero para ayudar a, los demás", señala Maribel. Para la anualidad 2021-2022 no solicitaron subvención, "esta vez no ha puesto pegas el Interventor en la memoria económica. Nos aprobaron en Pleno la subvención y no la hemos firmado. Me negué a firmar el escrito de renuncia. Ellos sabrán donde ha ido a parar ese dinero", manifiesta la presidenta de Digmun.

Se han visto sometido a ejecutar una "economía de guerra" reduciendo gastos en proyectos y personal, atendiendo con dinero remanente de las cuotas de socios." De enero a mayo Digmun utilizó fondos propios de la entidad de las cuotas de socios, desde septiembre a diciembre solo se han atendido a mujeres con un proyecto de cine sobre cortos de cuatro fronteras proveniente de Educo (antes Intervida), de 6.000 euros.

Ahora, el epitafio de esta asociación es que se queda sin fondos para atender a colectivos y a 31 de diciembre pueden quedarse en la calle unas 40 personas, que no están empadronadas, que son transfronterizas, por no poder ser atendidas y que en Ceuta hacen posible la conciliación familiar. De ahí que Digmun busque en estos momentos asociaciones y voluntarios para que atiendan a este colectivo por quedarse sin cobertura económica para atenderlos. "Un colectivo subvalorado sin la debida atención y respeto", según el testimonio que hemos recogido

S.O.S de Digmun: Se queda sin recursos económicos