Hace quince años, un grupo de antiguos Boy Scout, nostálgico de los momentos vividos en su infancia y adolescencia, decidió retomar el movimiento escutista en Ceuta, que permanecía dormido desde principios de los años 90. "Empezamos poco a poco, con un grupito pequeño, queriendo recuperar aquello. Hay muchas horas y mucho esfuerzo detrás de esto. No queríamos que se perdieran determinados valores que hemos aprendido en los Scouts y que luego nos han servido para nuestro día a día", recuerda emocionado uno de esos antiguos Boy Scout. El actual presidente del grupo Scout Ceuta, Jesús Martín Cañibano.
Quince años después, los Scouts tienen varios reconocimientos -una calle con su nombre, por ejemplo- y un protagonismo 'in crescendo' en la vida social de nuestra ciudad. Y el relevo generacional, el eterno problema de muchas entidades en Ceuta, garantizado.
Prueba de ello es lo vivido esta mañana en la Estación Marítima de Ceuta: un grupo de 70 personas "de cinco años a más de cincuenta" se congregaban para viajar a la localidad malagueña de El Burgo. Ahí celebrarán su acampada de invierno, una de las actividades a las que más ilusión le ponen en la familia de Scouts Ceuta. "Somos en torno a cien, pero claro, con las fechas hay gente que se ha quedado fuera o no ha podido venir", lamentaba Martín.
En El Burgo "van, vamos a disfrutar de un circuito multiaventura". Niños de cinco años dispuestos a su primer viaje sin padres, progenitores aguantando la emoción, cada 'patrulla' presentándose. Scouts al barco, para dejar momentáneamente una ciudad que pareció olvidarlos y en la que cada vez tienen más adeptos.