Marruecos ha viviido esta mañana una nueva réplica del devastador terremoto que tuvo lugar el pasado viernes. Se trata de la mayor registrada desde entonces, alcanzando los 4'6 puntos en la Escala de Richter y que se ha sentido en buena parte del país vecino. Un lugar en el que siguen las tareas de desescombro y las cifras de víctimas crecen espantosamente.
Concretamente, y según los últimos datos, estamos ya en 2.950 víctimas mortales, con 5.674 heridos. Ello punta a que el número de fallecidos, desgraciadamente, no hará sino aumentar en las próximas horas. Exteriores sigue sin notificar víctimas de nacionalidad española.
Mientras, bomberos de varios países -entre ellos, España- desplegados en la zona comienzan a abandonar o lo harán en las próximas horas el lugar de los hechos. No se espera encontrar supervivientes entre los escombros.Al margen de la virulencia del seismo, hay que fijarse en otra serie de causas. Por ejemplo, en la construcción de muchas viviendas con materiales como, el adobe: barato, bello, pero letal a la hora de estas circunstancias, puesto que no tiene la resistencia de otros útiles de edificación.
Y los niños, como siempre, la parte más débil. Aldeas Infantiles SOS calcula que unos 100.000 menores se han visto afectados por el terremoto, al perder sus hogares, colegios o caminos. A ello, la entidad añade su preocupación por otro fenómeno de la naturaleza que se espera en próximas horas: las tormentas, que amenazan con llevarse por delante lo poco que aún quede en pie en las regiones afectadas.
