Todo ha quedado en un susto pero podía haber sido mucho peor. Poco después de las seis y media de esta tarde una dotación del cuerpo de Bomberos, acompañada por la Policía Local acudía ante un aviso en la calle Indpendencia. El motivo no era otro que la alerta lanzada por varios vecinos ante el mal olor que se desprendía de una de las viviendas, una vivienda a cuya inquilina llevaban varios días sin ver.
En ese momento se han activado todas las alarmas y los agentes del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento han procedido a entrar en el domicilio a través de uno de sus ventanales. Al entrar el hedor era evidente pero no había ni rastro de la inquilina. Una vez en el interior, los agentes han podido comprobar como lo sucedido era fruto de un despiste o un fallo eléctrico y no de ningún suceso luctuoso. Al abandonar la vivienda, la vecina había dejado diferentes alimentos en la nevera por lo que al desconectarse la energía eléctrica los mismos se habían echado a perder, provocando el intenso mal olor detectado por los vecinos.