lunes. 25.09.2023

Fue hace casi 1.000 años, en 1.208, cuando una monja belga decidió celebrar una ceremonia para conmemorar la presencia del cuerpo y sangre de Cristo en nuestras vidas. El Corpus Christi, el pan y el vino. Desde aquella celebración más o menos improvisada en Lieja, la tradición ha ido perpetuándose año tras año a lo largo del mundo.

En España, y en Ceuta, la celebración marca también la entrada en el verano. Son flores, ropajes cortos, arenas de colores; pero también son recuerdos imborrables en un puñado de niños y niñas que, en cada ciudad, cierran uno de los años más intensos en la infancia cristiana: aquel en el que recibieron la Primera Comunión, semanas atrás. La última ocasión para lucir en público el traje de marinero o princesa con el que se ha recibido el Sacramento.

Algunas de las protagonistas, durante la procesión/ Rafa Báez
Algunas de las protagonistas, durante la procesión/ Rafa Báez

Es, además, una de las pocas veces en las que puede verse fuera del Palacio Autonómimco uno de los principales símbolos de la historia ceutí: el Pendón Real, legado por los portugueses, y que portan las principales autoridades de la ciudad: el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, el delegado del Gobierno, Rafael García y el comandante general, Marcos Llago. Junto a ellos -suele ser habitual- los miembros de una corporación municipal que, en muchos casos, protagonizan su último acto en público antes de que la Asamblea se constituya el próximo sábado.

Las principales autoridades de la Ciudad, junto al Pendón Real/ Rafa Báez
Las principales autoridades de la Ciudad, junto al Pendón Real/ Rafa Báez

Y también el mundo cofrade, que se vuelca con esta tradición. Son los escudos de las principales hermandades, es la Cofradía de la Flagelación -única con el título de Sacramental, por lo tanto la más vinculada al Corpus-, son representantes de las cofradías. Pero, como decíamos, es una tradición milenaria. Es el punto exacto en que no sabemos donde empieza la calle y donde acaba la flor. Es el Corpus Christi, ya completamente normalizado tras los problemas de años atrás con aquel virus del infierno. Es la ilusión de un grupo de niños que se lucen orgullosos, en el recuerdo de uno de esos últimos capítulos de la infancia. Es Ceuta, es verano, es la vida. Es, simplemente, el Corpus Christi, junto a la Romería de San Antonio y las hogueras de San Juan el gran acontecimiento cofrade y religioso de nuestra ciudad en los próximos meses.

Adornos florales en la Avenida Alcalde Sánchez Prados/ Rafa Báez
Adornos florales en la Avenida Alcalde Sánchez Prados/ Rafa Báez

 

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Verano y flores en la calle: Ceuta se vuelca con el Corpus