Brujo tiene apenas un año y medio, pesa un par de kilos y está algo enfadado porque no ha desayunado a las 11.00 de la mañana. "Es muy dócil, pero tiene su mal genio". Brujo es uno de los ocho halcones que cuidan de una parte fundamental pero que no muchas veces se tiene en cuenta a la hora de hablar de seguridad en terrenos portuarios o el Helipuerto.
El problema de seguridad son otros seres alados: las gaviotas. Estas no tienen reparo en lanzarse contra los cristales o los helicópteros. Hasta el momento, nada que lamentar en ese sentido. Pero siempre es mejor prevenir.
De entrada, la presencia de estos halcones la agradecen "los operarios de limpieza en el Muelle de España", nos cuenta un trabajador portuario. "Son mano de santo: antes, cada vez que venían a limpiar, pasaban un calvario con los restos de las gaviotas. Ahora dan las gracias", dice entre risas.
Pero ¿cual es la función de los halcones?. Simplemente, estar. Amarrados a una cadena lo suficientemente larga como para que no sufran, su misión consiste en espantar a las gaviotas apenas aparecen. "La eficacia es del 100%", nos dicen.
Estos halcones son cuidados por una empresa local, Sivseguridad. Una de sus trabajadoras nos cuenta que "tienen fama de fieros, pero son animales muy cariñosos. Incluso, alguno como 'mi gorda' nos hace carantoñas cuando me ve'.
La 'gorda' tiene casi veinte años. Eso si: los animales tienen una serie de requisitos. "Todas las semanas los pesamos, porque tienen que tener un peso exacto. En función de lo que nos diga la báscula, aumentamos o reducimos su dieta".
Y un nombre en el recuerdo: Francis Valero. El añorado buzo y cetrero ceutí era propietario y criador de buena parte de estos animales. "Es nuestra manera de tenerlo presente, también, a pesar de su muerte", nos cuentan mientras uno de los halcones que el crió mira al cielo en busca de un enemigo al que espantar...
