jueves. 28.03.2024

Denuncia ciudadana del CERMI

Definitivamente, somos ciudadanos de tercera.

 

Nuevamente se acaba de abrir un establecimiento, totalmente nuevo, con numerosas barreras arquitectónicas que limitan el acceso, uso y disfrute a gran parte del colectivo de personas con discapacidad, por lo que, desde CERMI, entendemos que se trata de un “establecimiento elitista” pensado para un público modélico, de complexión fuerte, hábil, que deambula de manera erguida y sin perder el equilibrio, con buena visión y audición, capaces de reconocer el entorno y relacionarse con él.

 

En esta ocasión, se trata de una cafetería, un lugar de distracción y ocio donde nuevamente las personas con discapacidad quedamos excluidas.

 

Por nombrar algunas de las barreras, quizás las más evidentes:

 

1.- Sus accesos se resuelven con escalones, en uno hay que subir y en el otro hay que bajar. Y digo yo que existirá un punto intermedio en el que el piso del local coincida con la calle, no?.

 

2.- El aseo “adaptado” con la disposición del inodoro de manera que no existe suficiente espacio para realizar una transferencia lateral al mismo, con una inadecuada concepción de los apoyos, la excesiva altura del espejo o la ubicación del dispensador de papel,.... Como en la mayoría de los casos, los aseos no terminan de estar bien resueltos.

 

Estas acciones, atendiendo a la legislación actual, están consideradas como discriminatorias incurriendo en la tipificación de infracción grave, con sanciones que pueden alcanzar los 90.000 euros de multa.

 

Aplicar las condiciones de accesibilidad universal en una nueva construcción, no debería suponer un desafío de difícil solución, ni un incremento adicional del coste de ejecución, si desde el origen, desde que se concibe el proyecto, se consideran los principios del diseño para todos.

 

Queremos que se cumplan las leyes, que todo establecimiento sea lo más accesible posible, que estas infracciones se resuelvan de manera urgente.

 

No queremos que se sancione a nadie, y por ello entendemos que hace falta que el empresario actúe con empatía, que el técnico actúe con sentido común y que la administración actúe con rigor.

 

Pero, por desgracia, hoy por hoy definitivamente, somos ciudadanos de tercera.

Denuncia ciudadana del CERMI