viernes. 29.03.2024

Los Asesores

PP y PSOE han dado un triste espectáculo justo cuando más se espera de ambas formaciones políticas. La cantinela que Yolanda Bel ha ido soltando por las radios, de que no había ningún pacto no se la cree ya nadie. Y no es malo en si que haya un pacto, porque al fin y al cabo los electores han decidido que el pacto se imponga, frente a una mayoría monocolor. Lo malo es negarlo sistemáticamente cuando hasta el ciego de el lazarillo de tormes lo vería.


 

Los pactos deben ser claros, transparentes y sin vergüenza. El PSOE de Ceuta ha optado por una línea de encuentro con Vivas, después de haberle descalificado a gritos por boca de su líder durante los anteriores cuatro años. Y Vivas, fiel a su compromiso electoral, le puso una barrera a Vox, socio natural, que hoy por hoy parece difícil de demoler. Vox es la fuerza de oposición al Gobierno de Vivas-Hernández. MDyC y Caballas, además de mermados y enfrentados, parecen abocados al silencio, pero de Fátima Hamed, mujer de fuerte carácter aún se pueden esperar cosas. No lo tiene fácil, pero ¿quién lo tiene?


 

Volviendo al pacto, poco sabemos del por qué y menos del para qué, pero las primeras insinuaciones parecen algo desalentadoras, francamente. El PSOE de Manuel Hernández parece estar encantado de haberse conocido y como quien estrena traje, anda buscando una postura donde no se le produzca ninguna arruga. Y en lugar de poner sobre la mesa los grandes temas irresueltos y que con tanta dureza criticó hasta hace bien poco, parece haber caído en la cuenta de que si practica el clientelismo habrá Manolo para rato. Es como si, de pronto, hubiese descubierto la poción mágica que existe desde mucho antes de que los galos perdiesen en Alesia frente a Julio César. Limpieza, Seguridad, Fiscalidad, Puerto, Frontera, Paro, Becas, Viviendas Sociales, Corrupción y un sinfín de etcéteras, ya no son urgentes ni Vivas está agotado. Ahora lo importante, el pacto, ese que no existe, se basa en lo más impresionante que se haya visto en la historia de la política: poder tener muchos asesores designados por él, a dedo, sin requisitos, más allá de la confianza personal. El triunfo del ego sobre la vocación de servicio público. El objetivo del poder personal, aunque sea en segunda división, que la puesta en valor de verdaderos programas de desarrollo socioeconómico que tanta falta hacen en nuestra ciudad.


 

Claro, si no hay pacto no hay programa de compromisos, pero sin él, tampoco se puede tener a la gente comiendo de la mano, así que lo dejamos en que no lo hay, aunque para lo que realmente interesa sí que lo hay. Pero ¿a quién le interesa una Asamblea llena de asesores de parte y partido?


 

Finalmente queda algo que comentar. Al parecer Vox propuso un número de asesores sensiblemente más reducido para todos, pero tampoco en esto el PP votó junto a Vox. La verdad, es que esto ya no parece un muro frente a ataques a la convivencia, que fue el argumento de Vivas durante la campaña, porque lo que está bien lo está lo diga quien lo diga y, en esto, Vox llevaba razón. Esto parece lo que es: un acuerdo con el PSOE del que iremos viendo el resto de los puntos a medida que quien va a hacer la verdadera oposición, ponga el dedo en las llagas.

 

Los Asesores