A pesar de la presión de toda la comunidad educativa reclamando una Educación Especial de calidad, y de las clamorosas carencias y deficiencias que nadie puede ocultar, las administraciones públicas competentes (MEFP y Ayuntamiento) siguen sin aportar soluciones y mal tratando al alumnado más vulnerable que es, sin duda, el que requiere medidas específicas.
Esta misma semana hemos tenido conocimiento del impresentable desaguisado montado porla Ciudad en el Colegio San Antonio: han levantado el patio de recreo… y se han marchado. Por insólito que pueda parecer, por esperpéntico que sea, así ha sucedido. Parece que la Ciudad es incapaz de ejecutar una obra de apenas 50.000 euros con normalidad. Es intolerable.
Pero es que, además, hemos tenido conocimiento de que el MEFP está dispuesto a incumplir su compromiso de implantar un aula TEA en un Instituto de Secundaria para garantizar una atención adecuada a los alumnos que este curso promocionan de sexto. Donde había un compromiso cierto ahora hay un “juego de manos” para “adaptar” a los niños a sus disponibilidades administrativas. El calvario de la Educación Especial parece no tener fin.