miércoles. 17.04.2024

Lenguaje con fines políticos

El uso del lenguaje inclusivo ha levantado ampollas en nuestra sociedad. Hay ciertos partidos políticos que utilizan este recurso para demostrar que son mejores que el resto, y a mí me parece perfecto que exista este lenguaje, así que aprendamos braile. Medidas como el uso de este lenguaje atentan contra la economía lingüística ya que el lenguaje es nuestra principal fuente de comunicación, este lenguaje no garantiza automáticamente la equidad de los derechos para la mujer y el hombre si no van acompañados con esfuerzos reales para lograrla.

 

Es necesario decir que el lenguaje incluyente es muy peligroso ya que los seres humanos discriminamos mucho en la construcción de nuestros discursos, ello es debido a que no nos educan a redactar con igualdad de género. El lenguaje incluyente es vistoso porque está a disposición de todos. De manera que usarlo aplaca las conciencias oficiales, propiciando la conciencia de que actualmente hay más igualdad entre sexos.

 

Tiene un efecto de superficie porque desvía la atención del problema que es la discriminación por sexo, a día de hoy las cifras en igualdad en escolaridad, salud, acceso al trabajo, salario, inserción social por diversidad funcional, siguen siendo abrumadoras, aunque todos usen un vistoso lenguaje incluyente, ese que no cambia absolutamente nada sobre los problemas existentes en nuestra sociedad.

 

Me gustaría que por un momento nos planteáramos cuestiones tales como si el no hacer distinciones de género hace sexista a quien no los hace. O si hacer distinciones de género implica mayor respeto hacia la mujer. O si este discurso incluyente mejora la igualdad social. Seamos sinceros.

 

“El resultado del lenguaje inclusivo es la corrupción de nuestra lengua con fines puramente políticos”

 

José Antonio Carbonell Buzzian

Lenguaje con fines políticos