viernes. 29.03.2024

Zoom, la guerra de las videoconferencias

 En estos días, puede que la mayoría de nosotros y nosotras hayamos recibido un audio de una persona que dice haber sido timada a través de la aplicación Zoom. Si preguntas a quien te lo envío si la conoce, probablemente te dirá que no, pero que quien se lo envío sí que la conoce, que es una vecina o amiga o prima quien se la envío a ella. Si tiras del hilo probablemente nadie la conocerá. Eso suele ser lo que solemos llamar un Fake News.

 

¿Y qué gana esa persona grabando ese audio? Probablemente nada, probablemente la voz del audio solo sea un montaje para desprestigiar a alguien o como en el caso que nos ocupa a una empresa.

 

La realidad es que en el caso de Zoom, hablamos de una empresa emergente en un contexto en el que la comunicación por videoconferencia se ha convertido en el eje central de nuestras comunicaciones empresariales, educativas, sociales y familiares. ¿Quién no ha usado en este último mes una herramienta de videoconferencia para una reunión de trabajo, quedar con amigos o acudir a sus clases de baile, pilates, aerobic, etc..?

 

Es un mercado emergente y todas las empresas quieren su trozo de la tarta. En este contexto, Zoom despega y los grandes como Cisco, Microsoft o Google entre otros ven peligrar parte de ese pastel. Y de repente comienzan a verse artículos en prensa en los que se puede leer sobre vulnerabilidades de seguridad de esta aplicación. Seguramente las tenga, pero se han ido corrigiendo. Todas las aplicaciones que usamos tienen siempre algún fallo que ponen en riesgo en mayor o menor medida la seguridad del sistema. Os animo a visionar el video del español Chema Alonso, unos de los mejores hackers del mundo al servicio de Telefónica, en el que nos ilustra sobre como, los Iphones con uno de los mejores sistemas criptográficos son tan inseguros como nuestros Windows.

 

Cada vez que una actualización del sistema o de cualquier programa se nos instala  en nuestro ordenador o móvil, es una corrección de errores de esa aplicación que ha sido detectado y corregida. ¿Cuántas veces se nos actualiza el móvil, el ordenador o las aplicaciones al cabo de la semana?

 

Todas estas noticias por tanto que han aparecido ahora que se empieza a usar y hablar de Zoom, parecen apuntar más que hacia una estafa realizada a partir de una vulnerabilidad de la aplicación, hacia un montaje para desprestigiar a una empresa que está comiendo terreno a otras mayores en un momento en el que tomar el control del mercado de las videoconferencias puede ser la mejor inversión de futuro que puedan hacer.

 

En definitiva, da igual que aplicaciones usemos, al final, siempre habrá alguien que podría usarla contra nosotros y/o en su beneficio. En nuestras manos está protegernos. Sólo hacen falta tener unas mínimas costumbres de seguridad, tener nuestros sistemas operativos bien actualizados, poseer un buen sistema de protección que incluya antivirus, firewall y anti-spam y sobre todo desconfiar siempre de quien nos pide datos que ya debería tener como ocurre con las

estafas por phising en las que supuestamente nuestra entidad bancaria nos pide nuestros números de cuenta para realizar operaciones aparentemente urgentes. ¿Para qué quiere el banco los datos que él mismo tiene y me dio a mi en su momento?  Otra cuestión fundamental son las contraseñas, estas deben ser seguras, nada de nombres, fechas o frases fácilmente asociables a nosotros y por último, no descargar y menos instalar nada desde webs no oficiales o desconocidas por nosotros o software que desconozcamos para qué puede servirnos.

 

Tenemos mucha información en nuestros dispositivos, si no estamos seguro de lo que hacemos, deberíamos buscar a un técnico experto en informática, de la misma forma que no intentamos arreglar nuestro coche si no sabemos hacerlo ni lo dejamos en manos de cualquiera.

 

Y siempre, siempre, usar el sentido común que a veces parece ser el menos común de todos nuestros sentidos.

 

Disfruten de la tecnología ya que nos hace la vida más fácil y cómoda pero con precaución y cautela.

 

José Luis Calvo Benítez @j_l_calvo

Zoom, la guerra de las videoconferencias