Una vez más el expresidente socialista, Felipe González, se ha erigido en portavoz de los miles de ciudadanos que ven peligrar nuestra forma de Estado, nuestra monarquía parlamentaria, un sistema que nos condujo con éxito de un régimen totalitario a una democracia parlamentaria. En esta ocasión, en respuesta a las pretensiones de los socios populistas del desgobierno social comunista de instaurar una república plurinacional con derecho de autodeterminación. El exsecretario general socialista aseveró con firmeza “de las 20 democracias con mejor calificación que existen en el mundo, 12 son monarquías parlamentarias y constitucionales”.
Desde la conformación del desgobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias los ataque contra SM el Rey se han multiplicado exponencialmente. El último el veto a su asistencia a la entrega de despachos a la nueva promoción de jueces. Una cita a la que jamás ha faltado su majestad desde su acceso al trono. El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, ha manifestado su contrariedad señalando "El Poder Judicial emplea una fórmula de hondo significado simbólico y constitucional: la Justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey, quien simboliza la unidad y permanencia del Estado, conjugándose así, armónicamente, en la fórmula constitucional, las ideas de soberanía y unidad de nuestra nación".
Aunque lo más inquietante de la entrevista ha sido comprobar como un hombre de Estado como Felipe González comparte planteamientos con quienes pensamos que este social comunismo tan solo busca desestabilizar nuestras instituciones más emblemáticas con la única intención de favorecer la implantación de un régimen equiparable al bolivarianismo chavista “Hacer un proyecto de país con gente que no cree en ese país es inquietante. Su «republiqueta» sembraría la semilla de la autodestrucción de España». Son muchísimas las declaraciones, afirmaciones y decisiones adoptadas por los seguidores de Pablo Iglesias en ayuntamientos, comunidades autónomas y el propio Gobierno de España que justifican esta inquietud.
Los ataques del populismo gubernamental contra SM el Rey son intolerables, totalmente inaceptables. Pedro Sánchez está obligado a desautorizar de manera urgente a su vicepresidente si no quiere convertirse en el responsable de la crisis institucional más grave de nuestra historia democrática. La situación es insostenible, y aún más si tenemos en cuenta las circunstancias excepcionales generada por la gravísima crisis del Covid-19. Por todo ello, exijo al socialismo español, el mismo que ha liderado nuestro país en otras situaciones comprometidas, recupere el sentido de Estado devolviéndonos al marco constitucional deseado por la inmensa mayoría de españoles.