miércoles. 24.04.2024

Premonición

Borgen: reino, poder y gloria Dirección: Adam Price (Creador), Per Fly, Louise Friedberg, Jesper W. Nielsen, Mikkel Nørgaard, Annette K. Olesen, Mogens Hagedorn, Rumle Hammerich, Søren Kragh-Jacobsen, Jannik Johansen, Henrik Ruben Genz, Charlotte Sieling, Dagur Kári. Año: 2022. País: Dinamarca. Duración: 60 min. Género: Drama. Política. Intérpretes: Birgitte Hjort Sørensen, Sidse Babett Knudsen, Lars Mikkelsen, Mikkel Boe Følsgaard, Søren Malling, Darren Pettie, Lucas Lynggaard Tønnesen, Peter Mygind, Magnus Millang, Johanne Louise Schmidt, Jens Albinus, Mikael Birkkjær, Özlem Saglanmak, Nivi Pedersen, Lisbeth Wulff, Signe Egholm Olsen, Simon Bennebjerg, Lars Knutzon, Morten Kirkskov, Laura Müller Smith, Svend Hardenberg, Angunnguaq Larsen. Música: Halfdan E, August Fenger. Fotografía: Eric Kress, Magnus Nordenhof Jønck, Lars Vestergaard, Jorgen Johansson, Erik Zappon, Lasse Frank Johannessen, Rasmus Heise, Jan Pallesen, Henrik Kristensen, Karl Oskarsson. Productora: Coproducción Dinamarca-Reino Unido; Netflix, SAM Productions. Distribuidora: Netflix.

Algunos de los ejes que mueven al Mundo son el miedo, el poder, la ambición, o la codicia. No suena muy alentador y hay, por supuesto, excepciones, pero por norma general, es así. Precisamente esos ejes vertebradores coinciden con las principales aspiraciones en la política, con excepciones, por supuesto, pero también es por norma general así. Que se demuestre lo contrario.


De la mano de Netflix llega toda una cátedra de hacer política moderna con el regreso de la exitosa serie danesa Borgen, con el sobrenombre que ni pintado de “reino, poder y gloria”, que otorga nueve años después de la emisión de la tercera y última temporada, una continuación a la historia con todos los personajes en el punto donde los dejó la trama argumental, pero que a la vez pretende transmitir la citada modificación en el título, la idea de que puede ser visionada con independencia. Inteligente, práctico y atinado. Como la serie en sí.


Y como si fuese una premonición en la actualidad de los tiempos convulsos que vivimos, el argumento gira en torno al hallazgo en Groenlandia (territorio dependiente de Dinamarca, recordemos), de una posible fuente petrolífera, que pondrá en la casilla de salida a muchos intereses, más de los que pueden imaginar, en pro de lograr sacar más rédito que el vecino.

Su complejo y apasionante guion pone en jaque a más de uno con giros inesperados, con un realista vistazo de alta política, la lucha por la supervivencia en el mundillo de la protagonista, ahora ministra de Asuntos Exteriores danesa, de las conspiraciones que la rodean y de cómo funciona el teatrillo del poder y de la relación que puede con el dinero, y con sabotear los beneficios del rival.


Borgen vuelve como si no se hubiese marchado. Con un cierto retoque de la productora, que no estropea el producto, aunque sí lo maquille, y con la sensación de que siempre va a haber una historia más inverosímil que la anterior por contar, que cuando se ve con perspectiva y óptica crítica, queda en evidencia que la realidad supera casi siempre a la ficción.


El carisma de su protagonista y la veracidad que desprenden los diálogos en boca de unos estupendos secundarios (repiten muchos de los originarios de la saga) hacen que estos 8 episodios de algo menos de una hora se consuman con la avidez que un buen aficionado a la lectura lee un libro magnético en vacaciones. No son pasatiempos incompatibles para los ratos libres, y ambas propuestas resultan de lo más interesante, permítanme la broma antisocial, teniendo en cuenta lo que hay que ver fuera de casa...

 

JUAN CARRASCO DE LAS HERAS → [email protected]

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