Cuando el espíritu navideño nos invade, la sociedad se vuelve ternasca, cargada de buenos deseos para los demás y todo el mundo es en general un poco más sonriente y encantador, da algo de reparo hablar de una serie de asesinos en serie, por popular que ésta sea; por aquello de que te cataloguen como “grinch” …
Pueden llamarme cínico todo lo que quieran, pero perdido el rastro de SSMM los Reyes Magos por el horizonte, la realidad vuelve a ser la que es, y cada cual asoma la punta de las orejas según su naturaleza. En otras palabras, la cosa vuelve a su ser. Acabada pues la “tregua navideña”, proponemos una miniserie que viene a complementar la mítica que duró nada menos que 15 temporadas y que acabó hace apenas dos años. Pero la nostalgia y una, por que no decirlo, muy buena idea, han propiciado este punto y seguido, estos 10 capítulos en lo que, técnicamente, es la temporada 16 de la serie, pero con cierto aire nuevo y revitalizada para aquellos que la abandonaron por hartazgo y ahora pueden hallar nuevo interés en ella. Como cuando uno vuelve a ir a un bar por el hecho de que le hayan cambiado el nombre, pero esta vez con mayor motivo, puesto que la trama no sólo está a la altura de las temporadas más exitosas, sino que probablemente las mejora a todas.
Nadie se ha vuelto loco con las innovaciones y fundamentalmente se trata del mismo equipo de agentes especiales del FBI (con el visible paso del tiempo y la edad en los protagonistas y algunas bajas en el reparto, eso sí, entre ellas la del añorado doctor Reed), pero con un interesante factor que les va a poner en jaque más que nunca, con lo que los aficionados a los videojuegos llamarían “un malo de final de fase” especialmente digno para la ocasión.
El nuevo hilo argumental mete en escena la cuestión de la pandemia. ¿Qué ocurre con un asesino en serie cuando no puede salir de casa? Pues, en primer lugar, que su pista desaparece, y en este peculiar caso, que centra sus “aficiones”, en contactar con otros “compañeros de gremio”, para crear una red y así operar él a distancia en el momento en el que se levante el confinamiento. Esto hace que más que peligroso, sea un reto mayúsculo para toda la unidad, que se verá sobrepasada con un enemigo tan formidable. Cada uno de los episodios se centrarán en capturar a uno de los peones y acercarse un poco más a quien maneja los hilos. Y es tan interesante como parece, con todo el mérito que conlleva revitalizar un producto que fue cancelado porque tras década y media de emisión, convirtiéndose con mérito en una de las más longevas de la parrilla de todos los tiempos, ya notaba los lógicos efectos de desgaste en el espectador. Aprovechemos el final de la navidad, todo tiene su lado bueno si sabemos buscarlo, para lanzarnos sin rubor en los brazos de una serie sobre cazadores de asesinos en serie que parecía muerta y cuyos responsables no son capaces de aclarar si tendrá continuación o se quedará en la miniserie anunciada.
JUAN CARRASCO DE LAS HERAS → [email protected]