sábado. 20.04.2024

Ceuta 2032. Siente la magia

Ustedes no habrán caído en la cuenta, pero el año que viene hay Juegos Olímpicos. En Tokio. Doy por seguro que serán unas Olimpiadas perfectamente organizadas, que media España madrugará -a falta de otra cosa que hacer- para ver a los nuestros desfilando por el Estadio Olímpico, que vamos a ver Pokemons y Bolas de Dragón por un tubo en la ceremonia y que, durante quince días, todos vamos a sacar a relucir nuestros acreditados conocimientos en lucha, tiro con pistola de aire comprimido y lanzamiento de jabalina.

 

Y uno no puede por menos que soñar en tomar el relevo olímpico. París lo hará en 2024, Los Ángeles en 2028 pero ¿y en 2032?. Yo creo que es el momento de que Ceuta presente candidatura, porque ya llevamos trabajo adelantado, y de sobra, para hacer unos juegos más monos que la puñeta.

 

La Villa Olímpica la podemos ampliar en los terrenos de la Colina de Miguel Servet -lugar anteriormente conocido como Calamocarro- hasta llegar a los terrenos de la actual, donde ya se alojan las delegaciones de Argelia o Camerún desde hace tiempo. La ceremonia de inauguración nos puede quedar preciosa: si Barcelona puso a un tío con una flecha, nosotros podemos tirar del amigo Dudú y su burra en un guiño a la ecología y la lucha contra el cambio climático.

 

Además, podemos reciclar diversas instalaciones para adaptarlas al programa olímpico. La primera vez que la competición de patinaje artístico se celebre al aire libre puede ser para Ceuta, pero para eso es menester no tocar las losetas verdes del Revellín. En salto de altura y obstáculos, las ya citadas delegaciones tienen experiencia más que acreditada y deseando estoy ver los Saltos (desde) el Trampolín. Las carreras nos van a quedar de maravilla, y ahí nos podemos ahorrar participantes: por eso tendremos una pista de atletismo de seis calles y no de ocho. En cuanto a los relevos, creo que podemos hacer un equipo más que decente con los agentes de la Policía, Guardia Civil y Policía Local que el otro día hicieron un estupendo trabajo atrapando al kamikaze de las narices. Por la equipación, no se preocupen. Seguro que en las naves encontramos 'chandalitos' y camisetas  de esas toguapas para los participantes.

 

No pueden faltarnos la petanca, el 'tula en alto',  los cien metros lisos en la cola del Mercadona o al pasar por un contenedor a las tres de la tarde, que para algo somos especialistas los ceutíes en hacerlo en tiempos de récord. Ya hay gente entregada al proyecto, no crean: los amigos de la Federación Hípica llevan un mes día y noche en sus terrenos preparando el evento. Con las canchas de La Marina, tiramos para el baloncesto y podemos usar como reclamo la arquitectura del Murube, que para eso es el único estadio del mundo donde el gol está más alto que la tribuna y tiene acreditada la rápida capacidad de evacuación de los fondos, la general y media tribuna semana tras semana. En vela seguro que lo petamos: soltamos a los participantes en el agua y le damos el mismo tiempo para terminar la prueba que lo que tarde en cubrirse la línea Ceuta-Algeciras en un festivo con intercambiabilidad. Esto último es por las televisiones, que tienen que rellenar horas y horas de programación especial.

 

Hay que darse prisa, puesto que ya nos han salido rivales: Cádiz ya tiene los cinco aros (Aro picha, aro chocho y aro, aro, aro) preparados y Badajoz ha despejado ya todas las vías del tren para la antorcha olímpica, pero nosotros para esa época igual hemos sido capaces hasta de aprobar el PGOU. A trabajar. Ceuta, 2032. Siente la magia.

Ceuta 2032. Siente la magia