martes. 23.04.2024

Cuatro apuntes de la jornada electoral

 

 

1) La victoria tiene muchos padres, pero la derrota solo deja huérfanos. Partiendo de esa base, se puede entender perfectamente lo vivido en la noche más triste de Ainara: un PP que mordía por primera vez el polvo en veinte años en Ceuta, con una sede vacía y unos candidatos expuestos a la luz pública pero sin el fervor de las masas de antaño, misteriosamente desaparecidas.  El PP, más partido que popular en estos momentos, corre el riesgo de  haber invocado tanto a Suárez como para acabar siendo la nueva UCD. Y un error capital de sus estrategas de Génova, reproducido en todos los territorios y sin mucha convicción: taponar el hueco por el costado derecho, aún a costa de dejar totalmente desguarnecidos el centro y la izquierda. El resultado de VOX no responde en exclusiva a los méritos de la formación de Abascal, sino también a la obsesión de los populares de parecerse a su particular 'Tea Party'. Dijo en 2014 Redondo Terreros: "Si el PSOE mira a Podemos, gana Podemos". Vayámonos al otro lado ideológico del tablero, y vuelve a valer la frase del histórico socialista bilbaíno. O, como se dice en el comercio, para la copia siempre es mejor el original....

 

2) Pedro Sánchez tiene grandes defectos, pero atesora dos virtudes principales: la resiliencia y un olfato innato. Todos lo dábamos por muerto en octubre de 2016, pero, ¡Ay, doña Susana!, los muertos que usted mata gozan de muy buena salud. Conectó con su propia militancia, supo asestar el golpe definitivo a un Rajoy herido de sentencia y tres años después de su defenestración obtiene la primera victoria socialista en once años. Tiene, eso sí, por delante una decisión trascendental: o reedición del pacto de la moción de censura o gobierno con Ciudadanos. En Ceuta, se encuentra con una victoria inesperada hace semanas, pero más posible a medida que se acercaba la fecha. No parece sencillo proyectar ese resultado hacia las Autonómicas, pero tampoco imposible. Con un factor añadido: por primera vez en la historia, su secretario general tiene mejor prédica fuera que dentro del partido. Que Ceuta vuelva a tener un alcalde o presidente socialista 28 años después no es quimérico. Dependerá de si cala el mensaje de unidad de la izquierda o en mayo cada cual vuelve a su redil.


3) Los números de VOX son espectaculares. En Ceuta, sus apoyos aumentan en un 98'5%, lo nunca visto. Es cierto que en el Paseo de las Palmeras se pasó de la euforia difícilmente controlada al disgusto mal digerido; rozaron la proeza de ser ellos los que arrebataran al PP el escaño de Ceuta, que parecía  tan clásico como el selfie de vergüenza ajena por San Valentín. VOX, con una eficaz movilización en redes sociales, logra articular en torno a si el voto del cabreo como casi nadie desde aquel 13 de junio de 1999, con su señor de fuera y todo.Sin su auge, ni se entienden el alto nivel de participación ni, probablemente, la victoria de los socialistas. A nivel nacional, los 24 escaños parecen saberles a poco; tal vez porque había calado entre su propia militancia la idea de entrar directamente a decidir cosas en el Gobierno de España o liderar la oposición. Probablemente, porque un mensaje tan despojado de aristas, o cala a la primera o no lo hace nunca.  O, dicho de otra manera, teman el efecto gaseosa: su propia disolución en el siempre tedioso mundo de las enmiendas transaccionales o las memorias económicas, sin fuerza para condicionar presupuestos o derribar gobierno. El tiempo dirá si han llegado para quedarse o serán un apunte destacado en el largo anecdotario de la democracia española.

 

4) Ciudadanos y Unidas Podemos firman resultados espectaculares y dignos, respectivamente, tanto a nivel nacional como ceutí. En la Ciudad Autónoma, una plaza en la que el voto que no gana va directamente a la basura, Ciudadanos logra 1.000 más que en 2016 y Podemos -sin el apoyo implícito de Caballas y con una Ejecutiva 100% renovada a escasas semanas- obtiene casi 2.000 votos. Si Ciudadanos pierde la mitad de los votos en mayo, tendría garantizado al menos quedarse como está.  Y ambos partidos nos dejan dos nombres propios. Tamara Guerrero y Sara Abdeselam -esta última se estrenó como electora votando por si misma- pueden escribir interesantes capítulos en la política local durante los próximos años. Veremos.

 

 

Cuatro apuntes de la jornada electoral