miércoles. 24.04.2024

No: todo no va a salir bien

Si puedo, a las 20.00 horas de este miércoles 01 de abril saldré a la ventana de mi habitación a aplaudir, a tomar un poco de aire y a fijarme en esos vecinos que no sabía ni que existían y ahora saludo cada tarde. Es posible que incluso cantiñee las primeras estrofas de "El Novio de la Muerte" con el que uno de ellos comienza cada tarde el minuto de aplauso y posteriormente me tiraré en el suelo del salón a jugar a algo con mi hija, próxima a cumplir dos años. Y mañana teletrabajaré, de nuevo desde mi casa, confiando en que pronto nos den la libertad y podamos retomar nuestra rutina habitual.

 

La rutina, pero no la felicidad. Porque no todo va a salir bien. Debemos ir concienciándonos de eso. ¿Cómo creer que todo va a salir bien, cuando el 13 de febrero falleció el primer paciente por coronavirus en España y en próximos días habremos lamentado la muerte de diez mil personas?. ¿Cómo podemos pensar que todo va a salir bien, cuando resulta que millones de personas van, o vamos a ir, al paro en próximos meses?. ¿Cómo pensar en que todo volverá a ser como antes?. ¿De verdad creemos que sólo de aplausos se alimenta el personal sanitario?. No se si existirá en Psicología el síndrome del "soldado en paz", aquel que subsiste de manera admirable mientras suenan las balas, pero se hunde en los terrenos de la depresión en cuanto falta la adrenalina. Me gustaría equivocarme, pero temo que muchos de nuestros profesionales sanitarios van a caer agotados por centenares en cuanto el coronavirus haya dejado de ser prioritario. Y seguiremos necesitando ir al médico...

 

No, todo no va a salir bien. Y con esto no quiero ser el aguafiestas necesario en cualquier guateque. Aplaudamos, entretengámonos en casa y dejemos que la ternura nos mueva en los días que nos queden de confinamiento. No nos dejemos llevar por la histeria o el bulo, pero tampoco nos aferremos a vivir en la realidad fingida y edulcorada de un mundo sin despertadores ni horarios. Vayamos haciéndonos a la idea de que el recelo va a anidar en nuestro subconsciente, lo que nos puede dar lugar a no pocos encontronazos o incluso a capítulos de xenofobia en los próximos años. Pensemos que hay muchas cosas que van a salir mal, empezando porque nuestra clase política apenas se contiene y ni el Gobierno renuncia a hablar de la 'herencia recibida' ni la oposición se priva de atacar al Ejecutivo por cada cosa qué pasa. ¿Confiamos en las instituciones, o lo seguiremos haciendo después de esto?.

 

Si, volveremos a una situación de normalidad. Este país, que viene sobreviviendo a una Guerra Civil por siglo (¿qué otra cosa, si no, fueron "las carlistas?), saldrá adelante. Y si, los que quedemos volveremos a reservar mesa en nuestro restaurante favorito, a dar el paseíto de los domingos y a ocuparnos de llegar a fin de mes. Pero nos faltarán miles. Y nos va a costar años salir del bache económico. Sangre, sudor y lágrimas, decía Churchill. Seremos  de nuevo normales, pero nunca seremos los mismos. Y cuanto menos tardemos en asumirlo, más cerca estaremos de superar esta encrucijada.

No: todo no va a salir bien