martes. 23.04.2024

Resiliencia: la hora de España

Dice el ministro Pedro Duque que ahora es el momento de España. De lanzar no un cohete, sino de crear una NASA Made in Spain. Analizándolo fríamente, igual lleva razón. Quitando que tenemos más parados que losetas, debemos hasta de callarnos, hay ofertas de 2x1 en indultos en el super de la esquina y nuestras relaciones internacionales son un remanso de paz y eficacia ligadas a la alta diplomacia, no veo por qué no darle el gusto al hombre.

 

Los americanos, que a pesar de que la vendan como nadie tienen menos historia que un recopilatorio de Sonia y Selena, se liaron a lanzar cacharritos de estos y les pusieron el nombre de Apolo: desde el uno hasta Creed. Nosotros no necesitamos tirar de dioses griegos. Ya estoy viendo el titular: "El Blas de Lezo surca los cielos". Hombre, mandar al cielo un cohete con el nombre de un tío tuerto, cojo y manco igual no es el mejor presagio de éxito, pero solo por la guasa con los hijos de la Gran Bretaña, puede merecer la pena. Problema: que al andar de dinero cortitos cual rabo de una boina, habrá que ahorrar aunque sea en pintura.

 

Vale. Cambiemos el titular "El Resiliencia  ya surca los cielos". Arreglado esto, vayamos con el ensamblaje (previo) del cohete Para montarlo no hay problema: entre los de Delphi, Alcoa y la SEAT yo creo que se apañan. Y si, aún así,  falta mano de obra, conozco a uno que nos manda 10.000 en un momento. Garantizado.

 

Luego el lugar del lanzamiento. Puede ser desde el Teide, para ahorrar gasolina (visto en Facebook: a Greta Thumberg le gusta esto) por aquello de que cuanto más cerca del cielo, menos combustible gastamos. Como parece que esto va para largo y la frontera no tiene pinta de abrirse hasta el 2352, podemos usar también la Explanada de Embolsamiento del Tarajal como punto de despegue del "Resiliencia" una vez desmontado el 'punto COVID'. El problema sería el pastizal que habría que pagar en DUA por traer el cohete a Ceuta, pero tengo un coleguita en Correos que lo mismo nos echa un cable. Tranquilo, ministro: todo bajo control. El momento, por supuesto, en hora valle (visto en Facebook: Greta Thumberg se lo acaba de poner de historia destacada).


Nos quedan unos detallitos. El cohete, aparte de ser ecofeminista y todas esas cosas, debe tener representada la pluralidad de las regiones. Imprescindible que, si va a la Luna, vaya un gallego que haya nacido en El Ferrol y que toque la gaita. Luego puede haber otros 18 representantes de las distintas autonomías, con la paridad por bandera (astronauta/astronauto/astronauta/astronauto, y así) y uno de ellos se llame Toribio Paroles y lleve una escoba. Si el vasco o el catalán se ponen pesados, para dentro pero que parezca un accidente. A la hora del lanzamiento, que suenen "Mi gran noche", "Que Viva España", "Resistiré" y el Himno Nacional. Previamente, paella y salmorejo gratis. Ayuso dice que trae los berberechos. Mi amigo Juande Cazorla  y yo nos acercamos un momentito a por volaores. (Nota mental: llegados al punto del himno, silenciar durante unos segundos a Abascal, no sea que se arranque con el de aquella época y la liemos. Buscar entradas, aunque sea de lejos,para Arrimadas y Juan Carlos I).

 

Esto ha de ser retransmitido a nivel mundial, para que se vea en todos los centros de poder y toma de decisiones: en Nueva York, Londres, Moscú, Delhi, Tokio y Galapagar han de quedarse admirados. El nombre de la Agencia es lo que nos falta. Ya: FIFA. Federación Intergaláctica Feminista de Astronautas. Las siglas ya están cogidas, lo se, pero también lo estaban las del CDS antes de que descubriéramos el plural de Compact Disc y no ha pasado nada por ello.

 

De nada, ministro.

Resiliencia: la hora de España