Una de las principales tecnologías en la transición energética es la instalación de energías fotovoltaicas. Realizándose incontables proyectos a nivel nacional para cumplir las directrices europeas de la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, maximizando la implantación de energías renovables adecuándolas al espacio. Cualquier zona que esté expuesta al sol es susceptible de generar energía, calculando eso sí tanto la eficiencia como la rentabilidad de la instalación. Nadie invierte en nada si no va a ser rentable. Aunque a veces deberíamos hacer cosas sin que el dinero fuera en condicionante de hacerlas. Y mirar por valores como la amistad o el amor incondicional.
En 2011 la capacidad de las energías renovables llegaba a 1,5 TW anuales, en 2021 se alcanzaron 3,1 TW representando el 40 % del mix energético. Aunque a día de hoy es una utopía que pueda sustituir a las energías fósiles. En 2022 el consumo humano de energía llego a alcanzar los 27.000 TW anuales. Como toda tecnología tiene sus pros y sus contras. Son de fácil instalación, tienen un impacto visual medio – alto. Pero aún su eficiencia no es muy elevada llegando últimamente a una eficiencia de un 25
% en los últimos captadores capaces de generar 600 wp (vatios pico).
Uno de los principales proyectos entre ellos “Earth’s Future: Roofing Highways Solar Panels Substantially Reduces Carbon Emisions and Traffic Losses” evaluaron la viabilidad de crear carreteras solares colocando 50.000 millones de paneles solares en 3.2 millones de kilómetros de autopistas.
Imaginaros esas largas esperas en las autopistas cuando volvemos a Ceuta, esos kilómetros y kilómetros avanzando poco a poco. Todos esos kilómetros llenos de pérgolas para generar energía y reducir la temperatura. No se harían tan eternas. Imaginaros que ese asfalto caliente ha bajado su temperatura. Imaginad que lo cambiamos a azul claro, lo mezclamos con silicio y lo conectamos con esas pérgolas fotovoltaicas. Podríamos realizar el verdadero paso para cumplir los objetivos de la agenda 2030. Sopesando realmente la inversión en un coche eléctrico.
Cogemos el barco y llegamos a Ceuta. Imaginaros todas las carreteras en Ceuta cubiertas por esas pérgolas fotovoltaicas. Energía que se sumaría a la que se generará en Ceuta Center y Santa Amelia, Asamblea de Ceuta. Imaginaros desde la carretera del muelle Alfau hasta… por ejemplo … no sé, la rotonda del Carrefour. Desde el “LIDL” hasta “AUBENSA”, desde “AUBENSA” hasta “SAN PABLO”. Y tantos recorridos más que podríamos adecuar a las nuevas tecnologías sobre energías renovables.
Tantos proyectos para poner el nombre de CEUTA en el ranking de ciudades generadoras de energía que muchos técnicos en eficiencia energética tienen en la cabeza, pero no disponen de “flus”.
Si se ponen profesionales en la calle y no tienen trabajo para el cual se han formado: Sr@s de la Asamblea: ¿Para qué se crearon esos CFGS?
Podríamos realizar esa gran utopía de quitar de las noticias: CEUTA. La ciudad autónoma que tiene un CETI. MENAS. Un vallado fronterizo. Por la película “EL PRINCIPE”, que mucha gente piensa en la península que los guardia civiles, policia nacioal y militares son unos salvajes que a la mínima le pegan un porrazo a un inmigrante.
Retrocedamos unos años atrás. En las grandes ciudades como Barcelona hace como unos 20 años apostaron por el juego online…mucho trabajo, pero también se produjeron daños colaterales como la delincuencia, adicciones al juego, etc. Hace aproximadamente hace 10 años se apostó por el TURISMO. Recordad hace poco las manifestaciones que ha habido en algunas grandes urbes como Barcelona. Produciendo la “TURISMOFOBIA”. Todo es bueno, pero controlando.
Sr@s de la Asamblea de Ceuta espero que dentro de menos de 2 años veamos en los medios “CEUTA la mayor ciudad autónoma generadora de energía”