jueves. 28.03.2024

Señor Moreno, creo que ya es hora de que se marche

 

 

Sólo tenemos que pararnos a pensar sobre la imagen y el concepto que nuestros vecinos y vecinas tienen sobre la Federación Provincial de Asociaciones Vecinales de nuestra ciudad (FPAV).

Creo que a cualquier ceutí que puedan parar por la calle y preguntarle qué piensa sobre la gestión que durante todos estos años se ha llevado a cabo por la FPAV en las distintas barriadas, seguramente dará una de estas dos respuestas: nefasta o nula.

Y es que, cuando a alguien se le confía parte de la gestión de algo tan importante como son los recursos e intereses públicos, hay que estar muy seguros de que esa persona se encargará de hacerlo de la mejor manera posible, sin que, de ningún modo, se pueda permitir que esa gestión esté rodeada de dudas, sospechas y, mucho menos, de posibles intereses o beneficios particulares.

Algo que sería totalmente inaceptable, intolerable e indecente, cuando de lo que estamos hablando, no lo olvidemos, es de la gestión de recursos e intereses públicos.

Y creo que es evidente que, actualmente y, desde hace años, la gestión que se lleva a cabo desde la Federación Provincial de Asociaciones Vecinales, y seguro que aquí coincidiremos todos, al menos ejemplar, ni lo ha sido, ni lo es. Y estoy seguro de que me estoy quedando muy corto en mi valoración.

Estamos viendo cómo el movimiento vecinal ceutí, que lleva años aclamando a gritos un cambio en la manera de gestionar los recursos que deben destinarse a las distintas barriadas de nuestra ciudad, se han encontrado siempre con la figura enquistada de quien más que un presidente de una Federación de Vecinos, siempre se ha comportado como dueño y señor de un cortijo.

Son muchas las barriadas de nuestra ciudad que han estado y siguen estando olvidadas, que nunca han contado con ningún apoyo no sólo ya institucional, sino tampoco de la propia Federación Provincial que se supone que las representa; y algunas que, en la actualidad, ni siquiera cuentan con un local social para llevar a cabo sus actividades vecinales.

Actualmente, esa figura enquistada, la representa el señor Juan Moreno Crespo. ¿Cómo es posible que una de las cuestiones más importantes en una Federación de Vecinos como son sus cuentas, permanezcan secuestradas durante tanto tiempo? ¿Cómo es posible que los vecinos y vecinas no puedan acceder a lo que debería ser público y transparente? Tanto misterio, algo raro esconde, y no puede ser nada bueno.

Casi, prácticamente, medio centenar de entidades vecinales, han tenido que dar un golpe sobre la mesa y plantar cara a un presidente que sólo parece querer perpetuarse eternamente en el cargo, plantando cara así también, tanto a su conocida falta de transparencia, como a su nefasta y controvertida gestión.

Desconozco cómo acabará todo y, si en este caso, tendrá que intervenir finalmente la Justicia, pero una cosa está clara, el movimiento vecinal ceutí ha dicho basta, y eso, es un paso importante.

Sólo espero y deseo que, lo que nos depare el futuro para los vecinos y vecinas ceutíes, sea mejor de lo que ahora tenemos. Que por fin haya un cambio que suponga un verdadero avance en la gestión de los intereses de nuestras barriadas, desde la representación de las distintas entidades vecinales, al propio Ayuntamiento de nuestra ciudad. Creo que ya es hora de un verdadero cambio.

Señor Moreno, creo que ya es hora de que se marche