¿Y por qué no me presento? Porque a pesar de lo que han creído cercanos y lejanos, jamás han sido realmente mis intenciones. Todo el mundo sabe que en su dÍa aposté, una y otra vez, para que una persona volviera, la cual nunca tuvo que irse. Y también saben, quienes han estado conmigo, que en su día, y una vez descartada esa persona, hablamos con dos militantes cuyos nombre no han salido jamás a la palestra.
Porque a pesar de que me fascina la política y nadie puede dudar de mi trabajo, incluido el que sigo haciendo fuera de la primera línea, lo hago por mi forma de ser, nunca por mis aspiraciones para llegar. ¡Ser sorprenderían de lo que he podido llegar a renunciar, también de las traiciones que he podido sufrir!
Pero si hay algo que he descubierto en todo este tiempo donde se ha estado barajando mi nombre, incluido cuando lo hizo el propio Secretario General en unas declaraciones recientes no muy afortunadas sobre mí persona, no sobre mis ideas, es que los malos no son tan malos ni los buenos tan buenos.
¿No se acuerda Manuel Hernández cuando dijo que yo era capaz de cualquier cosa con tal de conseguir mis intereses y presentarme a las elecciones? Se equivocó.
Así que, espero que no usen este argumento más para atacar a una asociación como Búscome, cuyo único fin es hacer ruido para cambiar el silencio que produce la desigualdad. Búscome no es ningún escalón. Esta es la motivación real de este artículo.
He dicho mucha veces, aunque me describen como la perdedora en cada uno de los comentarios en redes, editoriales y en los bares donde se conspiran contra las luces y sombras, a pesar de no haberme presentado nunca a nada, que volvería con los ojos cerrados a defender con uñas y dientes y a dejarme la piel en cada uno de los proyectos en los que yo he pensado que eran idóneos para Ceuta y España, aún sabiendo que obtendríamos el mismo resultado, la derrota. No siempre gana el mejor, Madina lo sabe muy bien. Y prefiero defender una verdad, que esconderme ante una mentira con tal de conseguir un escaño o un puesto. Demasiado nervios veo ahora.
Pero, ¿ qué hubiera pasado si hubiera querido vivir la aventura del proceso, teniendo en cuenta que cualquier militante puede hacerlo?
Que en dos días, que son los que han dado desde que han avisado que se abría el proceso de primarias, cuando nadie lo esperaba, no hubiera podido comprometer a dos equipos.
Estoy centrada en la dirección de mi centro y hubiera sido dejar por unos días que dura la campaña a quienes se han comprometido conmigo y por mí en el colegio de Educación Especial San Antonio.
Y también es embarcar a la gente, poca o mucha, que me apoya fuera en algo que no puedo dar el 100% por 100%. Prácticamente han dado opción a quienes nada más viven para la política o lo tenían todo atado. He querido hacer esta reflexión en mi persona, pero como espejo a conversaciones que he tenido con otros militantes que en otras circunstancias hubieran dado el salto.
He sido muy crítica con la dirección actual desde el minuto uno, y siempre he mantenido la misma línea, no todo el mundo puede decir lo mismo, aunque ahora que se han visto fuera del barco quieran nadar.
Me encantaría que Manuel Hernández perdiera, pero también espero que vivamos unas Primarias en positivo, sin insultos.
Las últimas experiencias han sido muy negativas, donde nos han atacado sin escrúpulos, incluso mandándome a callar por la calle, en modo de intimidación.
En definitiva, el PSOE de Ceuta se merece lo mejor, alguien que no quiera usar estas siglas para vivir, y sí para defender nuestros principios con valentía y sin contrapartida. Hace falta gente auténtica, un líder o una líder cuyas únicas aspiraciones sean servir, no servirse.
Eso sí, que tampoco olviden que no se está optando a lo orgánico, sino a lo institucional, y exclusivamente al puesto número uno. Lo orgánico hace tiempo que no funciona, por la permisividad y connivencia de quienes ahora extrañan la falta de democracia.
El tiempo dirá, porque si algo tengo claro es que el Partido Popular no debe seguir gobernando esta ciudad.
¡Suerte!