martes. 23.04.2024
BIBLIOTECA

La biblioteca pública proyecta una plataforma digital

Los precios de los libros, el exceso de volúmenes almacenados ("ya no tenemos más salas donde guardarlos", dice José Antonio Alarcón, director de la biblioteca Adolfo Suárez), optimizar gastos y a la vez optar por una dinámica tecnológica, son los argumentos que han llevado al máximo responsable de este centro de cultura a abordar nuevos horizontes, donde la minoración de costes es muy sensible. Este cambio de rumbo en el uso del típico libro de papel para las lecturas, ya tiene su horizonte cercano.

A partir del mes de enero, la biblioteca pública afronta una nueva dimensión en cuanto a los libros que se manejarán en el Club de Lectura, una media de quince o veinte que hasta ahora suponían un desembolso mensual entre 300 y 400 euros que se traducirá con el uso de la digitalización en solo 10 euros al contratar una plataforma digital de libros y que, previo pago de sus derechos, se facilitarán a sus usuarios a quienes la biblioteca concederá las contraseñas correspondientes para acceder a los libros que se elijan en cada momento para su lectura. Leer en digital será así una opción puesta al servicio de los miembros del Club de Lectura cuyo objetivo es evitar los de papel, abaratar costes y acercar la tecnología al usuario. Sin embargo, para aquéllos que aún decidan continuar con la lectura de libros en papel también se les permitirá.

Los libros digitales buscan racionalizar el consumo en palabras de José Antonio Alarcón cuando comunicó esta iniciativa a los miembros del Club de Lectura. También se les hizo saber que se justifica la decisión por cuestiones de fuerza mayor: "No nos caben más libros para guardar y se acaba de utilizar un nuevo almacén para recolocarlos". Una cuestión de imperiosa necesidad aparte del componente tecnológico. 

En la actualidad son un total de más de cien mil los documentos que atesora la biblioteca Adolfo Suárez entre documentos, escritos, folletos, o libros, y tal volumen requiere una obligada readaptación tecnológica.

La biblioteca pública proyecta una plataforma digital