Hoy es un local propiedad de la familia Becerra en el que los turistas aprovechan para aparcar y hacerse la clásica foto panorámica de Ceuta. Pero entonces, hace décadas, La Cueva era el epicentro de la noche de Ceuta. Serafín, aquel antiguo boxeador, procurador en las cortes franquistas y senador de la UCD de Suárez decidió ampliar negocios y ofrecer al público un lugar de baile y diversión, de esparcimiento y entretenimiento en aquellos años ochenta que en España fueron, entre otras muchas cosas, años de desinhibición, de movidas -no solo madrileñas-, y de canalleo nocturno.
Aquella idea de Serafín Becerra resultó afortunada. No solo por el impagable privilegio de las vistas del local, sino gracias a los muchos jóvenes que desde la cabina del DJ pinchaban a los Michael Jackson, Mecano, Hombres G, Elton John, Radio Futura, Tecnotronic, Modern Talking u Olé Olé. Tipos que no solo controlaban de música y de trabajar con dos o tres discos al mismo tiempo, sino que además eran gente con carácter, con carisma.
Uno de ellos ha muerto en las últimas horas. El estado de salud de Jorge Sánchez, el mítico 'Jorge de La Cueva' en los últimos años no hacía presagiar un buen final. Y, por desgracia, en las últimas horas los peores presagios se cumplieron. Cercano a la setentena, según algunos familiares que han confirmado el fallecimiento, Jorge murió a última hora de la noche de ayer. No sólo La Cueva, aquel local que es leyenda gracias, entre otras cosas, a su talento. Jorge fue un auténtico buscavidas, pinchando en el Poblado Marinero - La Nuit - o como empleado de video club, recomendando a la clientela películas con su peculiar estilo y manera de ser. Un tipo con una personalidad que difícilmente dejaba indiferente a quien conversara con el unos minutos. Alguien con un carisma especial, forjado a base de pisar la calle tanto de día como de noche. Alguien, por desgracia, irrepetible. Simplemente, Jorge el de La Cueva. Uno de los nuestros.