Visibilizar cómo, además del género, existen otros factores cuya intersección suele generar discriminación o privilegios, es el objetivo de Cruz Roja y Cruz Roja Juventud, en el marco de la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
La interseccionalidad de género hace referencia a factores como la etnia, la edad, la situación económica, administrativa, orientación sexual, identidad de género, la discapacidad, el origen, etc. que posicionan a las mujeres, en una situación de desventaja, lo que limita el desarrollo de sus propias capacidades y el ejercicio libre de sus derechos. La discriminación hacia las mujeres no siempre se produce de la misma manera, dependiendo del número de factores que se combinen, puede existir doble o triple (y en ocasiones hasta más) discriminación, lo que acentúa su vulnerabilidad por el mero hecho de ser mujer.
Invitar a la reflexión, al diálogo y destacar los factores que atraviesan a las mujeres desde que nacen, son los objetivos de la campaña ‘Somos una, somos todas’, así como concienciar sobre la necesidad de conseguir una igualdad plena de derechos. A través de esta iniciativa, las personas voluntarias de Cruz Roja Juventud también realizarán actividades en calle, centros escolares y centros de Cruz Roja, para informar y sensibilizar a la población acerca de esta problemática.
El desigual punto de partida de las mujeres y, en particular, de las mujeres con mayores dificultades sociales hace necesarias respuestas específicas que aborden las brechas de género en el acceso, permanencia y desarrollo en el empleo, para que puedan participar en igualdad en el mercado laboral.
Por ello, desde el Área de Empleo, se acompaña de manera individualizada a las mujeres para trazar su camino para su proyecto profesional, construir la confianza del “yo puedo” generando nuevas oportunidades, reducir la brecha de género digital e invertir en su futuro, mediante la capacitación profesional.
En este día, Cruz Roja y Cruz Roja Juventud no olvidan las 1.182 mujeres que han sido asesinadas a manos de su pareja o expareja por violencia machista en España desde que se tiene registro (2003); sólo en 2022 han sido 49 mujeres las asesinadas, lo que supone un incremento frente al año anterior, con 48 víctimas mortales como máxima expresión de la desigualdad.
Por todo ello, siguen reivindicando la igualdad de oportunidades y la igualdad real de las mujeres. Sumadas a la defensa de que el feminismo incluye a todas las mujeres que sufren diferentes opresiones, buscan un objetivo común: conseguir una igualdad plena de derechos para todas las mujeres, sea cual sea el factor que las atraviese.
La atención a mujeres en 2022
Un año más, Cruz Roja también ha trabajado para promover la concienciación y la implicación de la sociedad como agente de cambio en la erradicación de las distintas formas de violencia hacia las mujeres; se ha trabajado también para apoyar a las mujeres que no tenían redes de apoyo familiar o social, con hijos o hijas bajo su responsabilidad, con discapacidad, jóvenes, mayores de 65 años, migrantes, refugiadas, residentes en entornos rurales, en situaciones de trata, contextos de explotación sexual y prostitución, etc. con la finalidad de favorecer y mejorar su autonomía personal y económica. Además, se ha creado el Observatorio Nacional de las Mujeres como mecanismo para detectar, analizar y actuar ante las necesidades de las mujeres con las que se interviene desde la Organización, promoviendo iniciativas y medidas específicas para la atención de las múltiples vulnerabilidades que podían presentar las mujeres en sus diferentes dimensiones.
Durante este año, se han gestionado 16 centros de corta, media y larga estancia, que cuentan con un total de 444 plazas. Todas ellas destinadas a mujeres en situación de dificultad social, víctimas de violencia de género, o de otros tipos de violencias. En estos recursos se les ha proporcionado una respuesta inmediata y urgente a sus necesidades básicas y de protección, ofreciendo alojamiento, manutención, asistencia psicológica, social, etc.
Los niños, niñas y adolescentes también se ven gravemente afectados como hijos e hijas de las víctimas, con ellos y ellas se trabaja para fomentar su participación social a través de talleres de ‘Autoexpresión y empoderamiento’ en el proyecto ‘Alzando la Voz’, cuyos resultados se publicaron en el informe ‘Quiero tener poderes’, que visibiliza este problema social, y da voz a la infancia y adolescencia, quienes pese al miedo por la situación que viven sus madres, se posicionan como agentes de cambio en el entorno más cercano.
En 2022, Cruz Roja ha acompañado a 885 personas en situación de trata (773 mujeres) y 317 mujeres en explotación sexual. Las mujeres han sido explotadas sexualmente, por trabajos o matrimonios forzosos o actividades ilícitas, entre otras. Que la mayoría de estas mujeres sean migrantes, pobres, con niveles educativos bajos, sin papeles y con vidas atravesadas por las violencias durante generaciones, evidencia la necesidad de la implementación de la perspectiva de género interseccional, en el análisis y creación de respuestas. Desde este enfoque, contribuimos a mejorar las vidas de cada una de ellas y sus familias, así como a la transformación de los esquemas de discriminación que influyen en la trata de personas.
Dentro del proyecto ‘Coeducación y educación no sexista’ de Cruz Roja Juventud y desarrollado en 50 provincias con cerca de 2.000 personas voluntarias, se han desarrollado actividades de sensibilización en calle, centros escolares o asambleas de Cruz Roja con casi 28.000 niños y niñas.
El proyecto Cruz Roja Te Escucha se centra en el cuidado de la salud mental, como parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas. Las mujeres con problemas de salud mental son especialmente vulnerables, en particular, sufren un elevado riesgo de padecer rechazo, aislamiento y exclusión social. Las estadísticas de la OMS marcan una clara desigualdad: el 70% de las mujeres presentan problemas de salud mental mientras que en hombres la probabilidad se reduce a un 30%.
Además de estas iniciativas, en Cruz Roja se trabaja transversalmente para aplicar la perspectiva de género en todos los proyectos que se llevan a cabo desde la Institución: ello implica analizar las diferentes situaciones, condiciones, roles y necesidades de mujeres y hombres y adaptar a ellas sus respuestas, con el objetivo de reducir las brechas de género y avanzar hacia una sociedad realmente igualitaria.