El cuerpo de Mohamed Alí presentaba varios golpes y restos de mordeduras de animales
Técnicos del Instituto Anatómico Forense de Madrid, que el pasado seis de marzo elaboraron un informe sobre los restos mortales del joven Mohamed Alí, concluyen que el cuerpo del joven sufrió varios golpes antes de fallecer, y padeció también el ataque de animales carroñeros durante el año que permaneció enterrado en un recóndito lugar de García Aldave.
Así se despende del informe pericial, al que ha tenido acceso Ceuta Televisión. En concreto, "la acción de fauna suele dejar distintas marcas diagnósticas en los huesos. Así, los carnívoros/ carroñeros pueden producir, en general, fracturas de trayectos mayoritariamente transversales y longitudinales y/o pérdidas de tejido óseo con bordes muy irregulares, con tramos arqueados y astillamientos".
Los restos del joven presentaban "pequeñas pérdidas de tejido óseo en clavícula, alguna costilla, vértebra y húmero derecho cuyas características, fundamentalmente la coloración más clara que la del hueso adyacente, son compatibles con un origen post mortem, producidas en un tiempo próximo a su hallazgo y resultado posiblemente de proceso tafonómicos -fosilización- derivados de las condiciones del depósito y/o los procedimientos de recuperación de los restos".
En las conclusiones de los peritos, se diferencian "fracturas y pérdidas de tejido oseo compatibles con la acción tafonómica de fauna carnívora/carroñera. No es posible descartar la existencia de lesiones traumáticas previas a esta acción tafonómica, especialmente en lo que se refiere a la diáfisis de la fractura de los huesos largos". Es decir: los peritos señalan que estas lesiones se pudieron producir por la actuación de carroñeros, pero para nada descartan que el cuerpo hubiera sufrido varias fracturas antes de que estos animales entrasen en acción.
Entre los restos, se encontraron dos piezas dentales "compatibles de pertenecer a animales herbívoros, sugerentes de corresponder a équido y vacuno" y, también restos de la acción del fuego, en una "vértebra compatible con cervical de mamífero y un fragmento y esquirlas que podrían corresponder al mismo elemento" y "fragmentos de costillas carbonizadas" de los que dos son "muy congruentes anatómicamente".
El trabajo forense también constata "la pérdida de tejido óseo" en varias partes del cuerpo del joven. Un joven que desapareció, recordemos, el 13 de enero de 2022. Su madre presentó una denuncia pocas horas después y comenzó una búsqueda que concluía un año después con el hallazgo de sus restos mortales y la detención de tres personas -una de ellas mayor de edad en el momento de los hechos, y otras dos menores el pasado año- como autores confesos de un crimen que ha conmocionado a Ceuta.