El 6 de febrero de 2014 quedó marcado como uno de los días más trágicos en la historia fronteriza de España, cuando 15 migrantes irregulares perdieron la vida mientras intentaban cruzar a nado la frontera marítima entre Marruecos y Ceuta. Aunque testigos relataron el uso de pelotas de goma y botes de humo por parte de la Guardia Civil para disuadir a los migrantes, la justicia no encontró responsabilidad penal y la causa fue archivada por el Tribunal Supremo en 2022.
Esta tragedia, conocida como la del Tarajal, sigue siendo una de las mayores tragedias fronterizas en España, recordando a la sociedad la precariedad y peligrosidad de los intentos de migración. A pesar del paso de los años, varias organizaciones no gubernamentales y grupos de apoyo a las víctimas continúan luchando para esclarecer los hechos y buscar justicia.
Una de las víctimas, que tenía 15 años en el momento de los hechos, ha presentado una queja ante la ONU, denunciando la presunta violencia sufrida por parte de agentes de la Guardia Civil durante el intento de cruzar la frontera. Su testimonio refuerza la necesidad de que se reconozcan las injusticias y se brinde apoyo a las víctimas de esta tragedia.
Aunque la causa fue archivada inicialmente, el Tribunal Constitucional admitió a trámite un recurso contra esta decisión el año pasado, manteniendo la esperanza de las víctimas de obtener verdad y justicia. La abogada de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) subraya la importancia de garantizar que tragedias como esta no se repitan en las fronteras españolas.
El pasado sábado, en recuerdo de las víctimas, cientos de personas participaron en una marcha organizada por asociaciones pro derechos humanos, exigiendo justicia y reparación. Con pancartas y velas con los nombres de los fallecidos, la sociedad civil reiteró su llamado a la memoria, la vida y el respeto de los derechos humanos en las fronteras.
