miércoles. 24.04.2024

Al final del único camino inevitable, y con independencia de las creencias religiosas de cada cual, lo cierto es que nuestro cuerpo de poco o nada nos sirve. En eso insisten, cada año, las entidades que trabajan con donación de órganos: donar órganos, a fin de cuentas, es salvar vidas. Lo sabe muy bien María Luisa Centeno, coordinadora de trasplantes del Hospital Universitario de Ceuta, que habla de los delicados momentos en los que, tras el fallecimiento de un ser querido, hay que plantear a los familiares la posibilidad de donar órganos.

 

El caso es que la voluntad de los donantes siempre se suele respetar. Pero, por si acaso, Centeno recomienda dejarlo por escrito dado que legalmente lo que prevalece es la decisión de los familiares.

 

En Ceuta, adscrita en este sentido a Málaga, solo se produjo una donación durante el pasado año. Eso sí: una donación que permitió salvar la vida a otras personas o hacérsela más llevadera.

 

Por cierto: se ha producido un espectacular incremento en las donaciones de médula en los últimos años. Centeno advierte, eso sí, de una serie de cambios legales.

 

El acto central, organizado como cada año por ALCER, ha tenido lugar en la Plaza de los Reyes.

 

 

Donar órganos, dar vida