No le faltaba razón al comandante general de Ceuta, Javier Sancho Sifre, al lamentar que la leyenda negra surgida en torno a nuestro país a principios del siglo XIX haya calado hasta nuestros días y entre nuestras gentes. De ahí que hayamos olvidado a personas y hechos de relevancia no solo dentro de nuestras fronteras, sino que han cambiado el curso de la historia. Espías, ingenieros, científicos o militares nacidos en España sin cuyo pulso no se hubieran podido escribir algunos de los capítulos más celebrados de la historia universal. Es el caso de Fernando de Leyba: militar que, tras luchar en Orán o Cuba, es destinado a la Luisiana. Allí construye un fuerte, sufragado con su propio bolsillo, que tiene una trascendencia vital en la denominada Batalla de San Luis durante la Guerra de Independencia americana. Resisten a las tropas británicas, mal organizadas, pero ganan una batalla decisiva para el nacimiento de los propios Estados Unidos. Kristine Sjostrom, de la “Sociedad Nacional de las Hijas de la Revolución Americana”, cree que sin el papel de Leyba hubiera podido cambiar radicalmente la historia.
Sjostrom es una de las ciudadanas estadounidenses que acude al Museo Militar del Desnarigado para acudir al acto; desde el punto de vista castrense sencillo, pero con algunos matices. De entrada, el monumento lo preside una bandera de la Cruz de Borgoña y suenan los himnos estadounidense y español, algo que para Sjostrom es, sencillamente, emocionante.
Al acto acuden también miembros del Gobierno de la Ciudad, como su presidente, Juan Vivas. 239 años después, Ceuta homenajea a Fernando de Leyba. Uno de sus héroes rescatados del olvido por la labor de los historiadores. Uno de esos que tal vez, de haber nacido en el país cuya independencia ayudó a alcanzar, tendría ya varias películas y documentales en su honor.
