El grupo de buceo y navegación del Regimiento de Ingenieros número 7 del Ejército de Tierra ha llevado a cabo una serie de entrenamientos en la costa de Ceuta, según se ha destacado en el informativo del Ejército de Tierra nº38. Esta unidad despliega sus habilidades en el reconocimiento de costas, especialmente cantiles, así como en la búsqueda y reconocimiento de material sensible.
Las prácticas se realizan en la costa de Ceuta, que sirve como escenario habitual para el pelotón de buceo y navegación. Antes de iniciar las actividades del día, el pelotón se reúne para ultimar los detalles de la práctica. El objetivo principal es ampliar la experiencia de los patrones de embarcación, quienes se encargarán de cruzar el foso, navegar por la Bahía Sur hasta Punta Almina y luego continuar la navegación por la Bahía Norte, ingresando al puerto hasta el atraque. Además, se busca localizar material sensible sumergido en un cantil.
Durante los entrenamientos, el cabo Verdún proporciona a los buceadores las instrucciones y detalles necesarios para llevar a cabo la inmersión de manera segura. Se realizan las comprobaciones previas de seguridad, asegurando que las botellas estén abiertas y que haya presión en ellas. Las reguladoras también son verificadas para garantizar su correcto funcionamiento.
La práctica comienza en el puerto deportivo de Ceuta, donde las condiciones de navegación son óptimas, como ha constatado el sargento Sibianes, encargado de la previsión y supervisión de la navegación. Se examinan los partes meteorológicos, incluyendo la altura de las olas y las condiciones climáticas. Todo el equipo se equipa con material de seguridad, como chalecos autohinchables, en caso de caída al agua, asegurando la flotabilidad del individuo.
Con gran habilidad, el patrón pone en marcha la embarcación y atraviesa el foso de San Felipe, el único navegable en toda España, para adentrarse en la Bahía y recabar datos en puntos de difícil acceso por vía terrestre. Al regreso, la embarcación se dirige al cantil donde se encuentra el material sensible que se debe localizar. Los buceadores se equipan con trajes de neopreno, aletas, cuchillos, guantes anticorte, relojes por fundímetro, gafas y plomos.
Durante la inmersión, los buceadores cuentan con el apoyo de otros buceadores de seguridad en caso de que se produzca algún accidente que no puedan solucionar por sí mismos. Estos buceadores de seguridad lanzarían una boya de color rojo para indicar que necesitan asistencia. Al ver la boya roja, el equipo de seguridad acudiría al agua para ayudar a resolver cualquier problema que la pareja de buceo esté enfrentando en ese momento.
Una vez que se localiza el material sensible, se marca el punto exacto con una boya de señalización para que otro equipo pueda reflotarlo en el futuro. Este material puede incluir cascos, fusiles, drones o vehículos. Estos entrenamientos son fundamentales para optimizar el tiempo y los recursos cuando la misión sea real.
Los entrenamientos del grupo de buceo y navegación del Regimiento de Ingenieros número 7 del Ejército de Tierra demuestran la importancia de mantener un nivel de preparación óptimo y adquirir experiencia en el reconocimiento de costas y la localización de material sensible. Estas habilidades son fundamentales para llevar a cabo las misiones de manera eficiente y efectiva cuando sea necesario.
