La Agencia Estatal de Seguridad Alimentaria ha confirmado en las últimas horas que investiga la posible relación entre cuatro casos de botulismo y la ingesta de tortilla de patatas precocinada. Además, se están examinando también otros dos casos probables, con el consumo de este alimento como nexo común.
En un comunicado, la AESAN señala que "los casos se han producido en varias comunidades autónomas -no concreta cuales- y se ha informado a los servicios de salud pública de las comunidades y ciudades autónomas (CC. AA.) a través de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, para reforzar la detección precoz en caso de aparición de nuevos casos con sospecha de botulismo si llegaran a producirse".
Por parte de la AESAN, "se ha trasladado toda la información disponible a los puntos de contacto de las CC. AA., para que realicen las investigaciones pertinentes en relación con los productos que pudieron ser consumidos por alguno de los casos".
Al menos "en tres de los casos confirmados y en uno de los probables la empresa que elabora las tortillas es la misma. Hasta la fecha no se ha podido establecer una evidencia, ni en los productos ni en los procesos, que relacionen causa efecto. No obstante, se continúan las investigaciones con la colaboración de la empresa de producción. Se están realizando investigaciones en relación con la posibilidad de que exista algún producto en el mercado que no sea seguro o si existen desviaciones en los procesos de producción, distribución, almacenamiento o transporte que justifiquen la existencia de ese riesgo".
En concreto, se trata de la empres 'Ahorramas' que, "aplicando el principio de precaución y ante la falta de certidumbres, ha decidido retirar de la venta los productos a los que han apuntado las encuestas epidemiológicas, en espera de que las investigaciones avancen".
En cualquier caso, "queremos recordar a los consumidores la importancia, mayor en esta época del año por el calor, de conservar los productos alimenticios a las temperaturas de conservación indicadas en el etiquetado y seguir las instrucciones de uso indicadas por los fabricantes, ya que garantizan la seguridad de los productos para los que se establece una fecha de caducidad".
El caso de las tortillas de patata envasadas "es especialmente importante, ya que puede tenerse la falsa sensación de que son como las conservas, que tienen estabilidad térmica, y mantenerlas sin refrigeración a la temperatura ambiente actual puede derivar en problemas de salud tras su consumo".
