Diez días después de la entrada en el año nuevo, la Comunidad Israelita de Ceuta celebra una de las fechas más especiales para las personas de religión hebrea en todo el mundo: el Yom Kippur. Un día fundamentalmente de oración, en el que cada persona tiene que hacer acto de meditación y pedir perdón por los pecados cometidos.
El origen es bíblico: Moisés bajó del Monte Sinaí con las tablas de la Ley y encontró al pueblo de Israel adorando al Becerro de Oro. Algo que enfadó al profeta, que en ese momento impuso pedir perdón por los errores cometidos al décimo día de cada año nuevo, tras destruir la estatua a la que se adoraba.
Posteriormente comenzará la festividad del Sucot, la fiesta de la cabaña. Una celebración en la que, si en los próximos días cada cabaña se moja, aventurará un año de bienes.
