Mucho trabajo, mucho esfuerzo y mucho tiempo, es lo que dedican los miembros de la ONG Luna Blanca, con el único pago de la satisfacción por ayudar a los demás. Mustafa Mohamed, vicepresidente de Luna Blanca, nos abre un año más las puertas para explicarnos la labor que realizan.

Desde primeras horas de la tarde, hasta casi las 7.00 o 7.30 no dejan de acudir muchísimas personas a recoger las bolsa con los menús que preparan los voluntarios. Además, cerca del centenar de personas, rompen el ayuno cada día en la carpa que, como todos los años salvo los peores de la pandemia, instalan en la explanada junto a la Mezquita de Sidi Embarek.
Un grupo de voluntarios que incluye lista de reserva, a los que llaman cuando alguno no puede acudir. Cada persona dedica el tiempo que puede, desde un par de horas al salir de trabajar, hasta 6 o 7 horas en muchos casos.

La cocina funciona las 24 horas del día para poder llegar cada tarde a elaborar la comida necesaria para un número de personas entre las 1.500 y las 1.800. Son unas 300 las familias que recogen su alimento en la sede de la ONG y otras 100 personas las que rompen el ayuno en el iftar comunitario de la carpa.
El número de asistentes a la carpa se ha reducido este año, tras la partida de la mayoría de las personas que entraron durante el asalto masivo de 2021 y el perfil de las personas que recogen alimentos ha cambiado.

Según explica Mohamed, el número de familias a las que atienden es aproximadamente el mismos, pero ahora son más jóvenes. Habitualmente los más numerosos son familias jóvenes y con hijos, a menudo trabajadores, que con la subida de precios por la inflación ya no pueden afrontar los gastos para alimentar a todos sus miembros.

No es de extrañar que, además de carne y aceite, uno de los productos más demandados por la ONG es la leche. Luna Blanca recibe diariamente pan de la Comandancia General, un par de veces por semana de Lidl y habitualmente del Banco de Alimentos y de comerciantes particulares
La entidad permite así canalizar la generosidad de muchas otras personas que, a través de ella, pueden aportar su ayuda a los más necesitados.
Precisamente, durante el iftar que Luna Blanca celebra este miércoles se reconocerá con la entrega de una placa a varias personas y entidades que han colaborado con la entidad durante mucho tiempo. Es un acto social en el que están invitadas un par de cientos de personas, de diferentes comunidades religiosas, entidades y particulares en una tradicional muestra de multiculturalidad y de celebración en comunidad.
Un duro esfuerzo el que realizan cada día los miembros de Luna Blanca y que como recompensa tiene la gratitud de muchos ceutíes por su labor solidaria.