jueves. 25.04.2024

El "segundo centro" de Ceuta o "la otra Calle Real". Son algunos de los sinónimos que muchas veces usamos políticos y periodistas para referirnos a la populosa Hadú; cruce de caminos entre la Ceuta del extrarradio y la del centro, un lugar tan mestizo que hasta su propio nombre, San José-Hadú, tiene reminiscencias del castellano y la dariya. Un barrio en el que encontramos iglesias y mezquitas y que alberga instalaciones únicas: desde el Estadio Alfonso Murube hasta uno de los dos cuarteles de Regulares de España o la Comandancia de la Guardia Civil. También, el mercado; un centro neurálgico en cualquier pueblo o ciudad, uno de los pocos de barrio que aún quedan en Ceuta. Por tanto, podemos asegurar sin temor a equivocarnos que el Mercado es el auténtico medidor, el termómetro infalible para saber como están las cosas en el barrio.

 

Y la conclusión, huyendo de cualquier tipo de sensacionalismo, es que en Hadú el inmortal verso de Jorge Manrique, aquel que indicaba que "cualquier tiempo pasado fue mejor", se cumple a rajatabla. De ello dan cuenta algunos comerciantes cuya actividad es tan anterior como la del propio Mercado.

 

 

Eso entre los más veteranos: los que llevan menos tiempo también echan de menos cuestiones como el aparcamiento, "tantas veces prometido", o algo más de seguridad.

 

Y el epicentro de cualquier mercado: la cafetería. Carlos, que lleva más de quince años regentando una pequeña cafetería, confiesa que las cosas van "regular" nada más.

 

El de Carlos es uno de los dos locales de restauración dentro del mercado; el otro abrirá la persiana dentro de poco tras varios intentos. Pasear por el pasillo derecho, el más retirado de la puerta principal, es hacerlo por una auténtica reliquia; decenas de puestos cerrados, confirmando el sentido del verso 'manriqueño' evocando añoranza de tiempos no tan lejanos en los que andar más de dos metros sin tropezar con alguien era directamente imposible.

Mercado de Hadú: el corazón (enfermo) de un barrio