viernes. 29.03.2024
SALUD MENTAL

Ni nuevo ni 'efecto llamada': hay qué hablar del suicidio

Salud Mental Ceuta ha vuelto a salir a la calle para romper tabúes  en torno a una de las principales causas de mortalidad en nuestra sociedad: el suicidio. Una vez más, la gerente de la entidad pide hablar, romper el tabú e invita a solicitar ayuda cuando alguien sienta tentaciones suicidas.

Ana Belén Núñez, gerente de ACEFEP/ Dani Hernández
Ana Belén Núñez, gerente de ACEFEP/ Dani Hernández

Desde Judas el Iscariote a Séneca; desde el general Marco Antonio y Cleopatra hasta Stefan Zweig. Desde Alfonsina Storni a Robin Williams, desde Ernest Hemingway o Salvador Allende a Robert Enke. Son personajes históricos que tienen en común algo: todos murieron voluntariamente. Todos se suicidaron, por las causas que fueran.

Por tanto, primer mito en torno al suicidio desmontado: no es algo nuevo, ni cobra más auge en estos tiempos de volcanes, pandemias, crisis económicas o cuasi guerras mundiales. "Lo que pasa es que ahora se habla abiertamente del tema: hace veinte o treinta años, en sociedades judeocristianas como la nuestra, no se quería mencionar que una persona se ha quitado la vida por miedo a que sus restos no se enterrasen en camposanto. Ahora hablamos", dice Ana Belén Núñez.

Ella es la gerente de ACEFEP, Salud Mental Ceuta. "Hoy hemos vuelto a salir a la calle para que la gente hable, para que pregunten, para que se informe", explica al pie del paseo del Revellín. O para desmitificar cosas como la mencionada en el primer párrafo y alguna que hace alusión a los medios de comunicación: "no, no hay efecto llamada. Hay que informar, sin amarillismo y recordando que se puede pedir ayuda o existe un teléfono gratuito como el 024" para atender a personas con tentanciones suicidas. Un teléfono del que aún no disponemos de datos territorializados: "Sabemos que hasta octubre de 2022 se han recibido 20.000 llamadas en toda España, pero aún no contamos con números por cada territorio. Algo que se irá conociendo conforme pasen los años", supone.

No hay que olvidar que hablamos de la primera causa de mortalidad entre los 15 y 29 años en España y que "por cada persona que se quita la vida, hay una familia sumida en una tristeza infinita", recordó. Pese a todo, reconoció que "la muerte es algo que está presente en nuestras vidas, hay que abordarlo con naturalidad" y reiteró, una vez más, que "la gente que se suicida no quiere morir. Quiere dejar de sufrir. Si alguien siente que su sufrimiento no le compensa levantarse al día siguiente, que pida ayuda. Es el momento".

Ni nuevo ni 'efecto llamada': hay qué hablar del suicidio