El Centro Social del Mayor ha continuado este jueves con las charlas que de forma habitual ofrece a sus usuarios sobre cuestiones de seguridad. Si hace unos meses era un portavoz de la Policía Nacional el que pasaba por sus instalaciones para concienciar a los mayores sobre como evitar posibles robos, hoy le ha tocado al Jefe del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento, Miguel Ángel Ríos, impartir una charla sobre las medidas a adoptar ante un posible incendio.
Unas charlas, ha explicado Ríos, que son importantes para todo tipo de público pero especialmente para los mayores que tienen que tener mayores precauciones ante sus dificultades físicas, propias de la edad. Es por ello que las medidas a adoptar deben estar previstas y mecanizadas y no está de más recordarlas con conferencias como la de hoy.
La hipótesis de partida de esta charla ha sido la de un incidente típico, el de una sartén ardiendo. Lo primero que hay que hacer, ha explicado el responsable de los Bomberos, es no tocarla ni intentar moverla. En caso de contar con una tapa cerca debemos colocarla sobre la sartén ardiendo y a continuación taparla con un trapo húmedo, de no contar con la tapa, se debe emplear directamente el trapo húmedo para tratar de enfriarla y poner fin al incidente.
En caso de que el incendio se extienda a la vivienda, con una importante presencia de humo, ha explicado Miguel Ángel Ríos, lo esencial es no hacer frente al humo y buscar un sitio a salvo en el que refugiarse, cerrando todas las puertas y, en caso de que sea posible, extendiendo trapos húmedos para evitar la entrada del mismo. Eso en caso de tener despejada la salida se recomenda salir pero, ha recordado, es posible que en tránsito a la salida haya humo por lo que desde el SEIS se recomienda la búsqueda de un refugio seguro.
Se trata de unas pautas básicas de autoprotección para un tipo de incidentes que son más habituales de lo que parecen y que durante 2023 vivimos muy de cerca con los incendios del edificio de colores y el hotel Puerta de África. Ríos, por desgracia, tiene experiencia en otros con resultados fatales, como el de la torre de la Marina, en 1993, que causo la muerte a dos personas. Muchas veces, ha explicado, los rescates se producen in extremis porque los afectados no conocían las medidas de autoprotección, por eso iniciativas como la de este jueves son muy importantes.
