Los pantanos de Ceuta cada vez tienen menos agua. Es algo común a toda España, pero valga aquello del mal de muchos. En esta ocasión, el consuelo sería la Planta Desaladora, y el hecho de que entre el Renegado y el Infierno apenas superen el 40% de su capacidad conjunta no sería llamativo, de no ser porque estos están suministrando agua a la población en determinadas fases del día. Los costes de tener en marcha la desaladora durante 24 horas al día se han disparado, y la instalación de Postigo solo funciona de noche.
Yendo a los datos -estimativos, en tiempo real- de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, nos encontramos con que entre ambos embalses suman 964.000 hm2, el equivalente al 41'73% de los 2.330.000 que pueden alcanzar como máximo.
El Renegado, el de mayor capacidad, tiene en estos momentos 614.000 hm2 acumulados. Ello equivale al 37'35% de su 1.645.000 total.
Por su parte, el Infierno tiene 350.000 hm2, lo que equivale al 58'47% de sus 599.000 hm2 máximos, según los datos de la CHG.
Para que nos hagamos una idea de la situación: cuando los pantanos entraron en funcionamiento durante el pasado mes de agosto, superaban el 60% de su capacidad. Habrá que confiar, pues, en que este sea un otoño lluvioso.
