La UGT ha recordado que no ha puesto el más mínimo reparo, e incluso, ha apoyado que todos los servicios esenciales además de aquellos considerados razonables hayan estado funcionando para atender las múltiples necesidades de los ciudadanos que, al fin y al cabo, son quienes costean los servicios con sus impuestos.
“Hemos trabajado firmemente y de forma silenciosa para que todos aquellos trabajadores que no realizaban labores esenciales, no tuvieran que acudir de forma presencial a su centro en este esfuerzo colectivo por atajar esta devastadora pandemia, y nos hemos encontrado con múltiples trabas por parte de la Administración Local que hemos ido solventando sin la más mínima publicidad, pues entendíamos de forma responsable que era lo que tocaba” han dicho
Lamentablemente, denuncia el sindicato, “hemos comprobado como ya este lunes han hecho ir a trabajadores a tareas burocráticas por empeños personales de miembros del Gobierno, que en todo momento han sido reacios a un severo confinamiento, demostrando su poca voluntad de colaboración con la tarea común, fruto de su propia incompetencia”.
Consideran que múltiples servicios de los que pretenden reactivar son absolutamente superfluos en estos graves momentos y consideran que esta actitud supone una “negligencia, irresponsabilidad y falta de sentido común” ante la que van a encontrarse de frente con la Unión General de Trabajadores.
Han advertido que apelaran a la Autoridad superior para que les impidan “semejante tropelía, como es poner en riesgo a todos estos trabajadores, sus familias y a sus compañeros de trabajo”. “Y si su pobre excusa es pagar las facturas pendientes” continúan, “les debería avergonzar el haber acumulado facturas por un importe de 23 millones de euros”. Han recordado que los ciudadanos de a pie pagan todas sus facturas religiosamente.
En definitiva, apostillan, UGT considera que van a poner en riesgo la salud de muchas personas que perfectamente podrían teletrabajar desde sus casas pero que les resulta imposible porque “lamentablemente y pese a llevar veinte años en el poder nos dejan una Administración del siglo XIX, sin medios para adaptarse a estas situaciones, sin personal, y con muchas ínfulas de Autonomía y demasiados cargos que nadie sabe para qué sirven”