Sobre el significado de la palabra “Dhabiha”: sacrificio, aunque añade a su peculiar naturaleza “hecho conforme a ley”, una apostilla que hace referencia a que el sacrificio se ha realizado de acuerdo con la doctrina musulmana. Por tanto, cuando se utiliza dicho término implica que se ha cumplido correctamente con lo estipulado por la ley del Islam en todo lo referido al sacrificio de animales aptos para el consumo.
En lo que se refiere a los animales no aptos para el consumo: son haram aquellos que no hayan sido sacrificados conforme a las normas establecidas por el Islam. En igual sentido, también serán considerados haram aquellos productos y servicios manufacturados en base a códigos y procedimientos no halal.
Desde una perspectiva de información básica, estos conocimientos resultan de necesidad para cualquier productor que busca/intenta explorar para sus productos o servicios mercados susceptibles de tener como partícipes consumidores y usuarios musulmanes. De igual manera, dicha información resulta básica para particulares que realizan sacrificios de animales destinados para el consumo, ya sea con fines comerciales o privados.
A la hora de producir productos para consumidores musulmanes no solo deben revisarse las materias primas o los ingredientes para determinar su permisibilidad, también se hace necesario profundizar sobre las materias utilizadas por proveedores que, a su vez, deben estar en posesión del correspondiente certificado halal.
Esto se debe a que muchos ingredientes pueden ser el resultado de un variado abanico de fuentes, incluso provenientes de carnes y derivados no halal, lo que invalida cualquier proceso tendente a la fabricación de un producto halal. Establecer una red de proveedores halal requiere mucho tiempo, sin embargo, su elaboración será muy beneficiosa en un futuro, ya que facilita el ahorro de tiempo en los procesos de planificación y producción.
Dada la constante evolución de los mercados, puede ser necesario y prudente establecer procesos halal en pocas ubicaciones de proveedores clave. En particular, los relacionados con la carne/aves y los ingredientes relacionados.
El símbolo Halal en una etiqueta implica mucho más que un producto adaptado conforme a los estándares religiosos. Es considerado como una marca de calidad, garantía y confianza. Muchos consumidores no musulmanes buscan el símbolo Halal como elemento de confianza adicional al adquirir sus alimentos. Francia, Inglaterra y un gran número de países tienen asumido que la simbología halal es sinónimo de salud.
Qué es el Eid y cómo el Islam cambió la noción del sacrificio de animales
La implicación subyacente de la actitud del Islam hacia la matanza ritual no es la expiación de sangre. Tampoco se trata de buscar el favor de Dios a través de la muerte de otro. Más bien, el sacrificio busca agradecer a Allah por el sustento recibido y compartir las posesiones y los alimentos valiosos con los demás humanos, independientemente de su fe.
El Islam se separó de aquella práctica habitual en la era preislámica, muy extendida en algunas religiones de la época, consistente en apaciguar a un “Dios enojado”, en cambio, exigió el sacrificio personal y la sumisión como la única forma de morir y alcanzar la “fana'” o “extinción en Dios Único. De este modo, el sacrificio no se considera un pilar del Islam.
La noción de “expiación vicaria del pecado” (absolviendo los pecados de uno a través de la sangre de otro) no se encuentra en ninguna parte del Corán. Tampoco lo es la idea de ganar favor ofreciendo la vida de otro a Allah. En el Islam, todo lo que se exige como sacrificio es la voluntad personal de someter el ego y la voluntad individual al Creador Único.
Algunas religiones se fundamentan en el amor, en la esperanza; otras, en el seguimiento de designios que valoran y enaltecen a su propio criterio. El Islam, en cambio, se fundamenta en “Takwa” (“fe inquebrantable”).
Los musulmanes celebran el Eid al Adha, día/festivo de sacrificio en recuerdo de Ibrahím (Abraham). Esta celebración nos recuerda la fe inquebrantable de Abraham, que no dudó en sacrificar a uno de sus hijos siguiendo las órdenes de Dios. Abraham comprendió lo que tenía que hacer, y así se lo comunicó a su hijo, quien no dudó en responder “padre, si esa es la voluntad de Dios, procede, yo estoy dispuesto”.
Padre e hijo subieron a una pequeña colina dispuestos a cumplir con los deseos de Dios. Cuando Abraham levantó su puñal dispuesto al sacrificio de su hijo, el ángel Gabriel detuvo su brazo, indicándole que Dios se había sentido satisfecho al tiempo que le señalaba un cordero que Dios puso ante ellos.
Cuentan las grandes historias que el ángel Gabriel corrió como nunca para detener el brazo de Abraham. Otra de las veces es cuando detuvo el cuerpo de Yusef (José) para que no se diera con el suelo una vez que sus hermanos le arrojaron al pozo creyéndole muerto.
Por eso, y por lo que representa, el Eid se constituye como un acto de fe, y no como un simple festival gastronómico. Se trata de un acto de sumisión total a Dios, que debe guardar similitud a la que protagonizó Abraham. El sacrificio de un animal en esta festividad no es obligatorio. En muchos países musulmanes no se realizan sacrificios, limitándose la celebración a una compra de carne, con el recuerdo y la intención puesta en aquel acto de fe de Abraham