Una serie original de Movistar+, un thriller con asesinatos que discernir, una protagonista auxiliar de policía local (no se les ha ocurrido un escalafón más bajo), un coprotagonista original (el padre de la protagonista, una leyenda de la Guardia Civil, jubilado y con algún elemento de su historia que lo hacen diferente) que le dé buena réplica, unas localizaciones naturales poderosas (la Cantabria rural más salvaje y agreste en este caso, un pequeño y precioso pueblo) que se erigen como un punto de gran importancia en la historia… Todo ello son los elementos que Movistar+ ha explotado hasta casi la saciedad en los últimos años, porque este párrafo inicial bien podría ser introductorio de alguna de las temporadas de Hierro (ésta en Canarias), o también de Rapa (ambientaba en Galicia, si es que España es un filón de localizaciones…), las predecesoras en “proyecto anual de thriller de investigación criminal a la española con buena manufactura”, que la compañía suele utilizar como estandarte y asalto a la audiencia, mezclando un buen puñado, algunos ya citados, de elementos de éxito rápido y garantizado.
Y el caso, es que como las anteriores intentonas de dominar la parrilla, funciona bastante bien, y las pilas alcalinas aún duran, aunque se acerquen peligrosamente a su fin por parecerse demasiado a lo anterior, y aunque las cotas de calidad e interés no lleguen a las de sus anteriores fotocopias.
El producto tiene la capacidad de despertar la intriga del espectador con la propuesta de la aparición del cadáver de una mujer que supuestamente ya murió y fue enterrada hace siete años, aunque la dupla protagonista no llegue a hacernos ver con sus propios ojos la historia. Por un lado, Georgina Amorós se muestra desganada y poco creíble en su papel protagonista, y hasta Karra Elejalde (que es un gran actor y veterano, como mandan los cánones) se ve algo desubicado e incómodo en su trabajo, y dicha coincidencia puede venir a decirnos que quizá no es del reparto toda la responsabilidad.
Como ”peliculilla de intriga”, funciona (un total de 5 horas divididas en 6 capítulos), pero a buen seguro viene a ser la menos magnética de las que hemos ido citando, y Movistar+ debería irse dando cuenta de que necesita dar un volantazo y tocar alguna tecla para no perder a los fieles del género, que aún lo sostienen con una afición tan apasionada como cambiante en caso del hartazgo, sobre todo si tenemos bien en cuenta la cantidad descomunal de material de todo tipo que ofertan las diferentes plataformas audiovisuales.
Con todo, la historia intrigante y la Cantabria más preciosa ya suponen suficientes puntos de interés para dedicar unos cuantos ratos de tu vida ociosa. Pero quedamos a la expectativa…
JUAN CARRASCO DE LAS HERAS → [email protected]