En 1990 Naciones Unidas, declaró el 1 de octubre como Día Internacional de las Personas de Edad, para reconocer su contribución al desarrollo humano y económico y resaltar las oportunidades y los retos asociados al envejecimiento demográfico mundial. CCOO y UGT utilizamos esa fecha para obtener la necesaria visibilidad de las personas mayores, reivindicando sus aportaciones a la sociedad y creando conciencia intergeneracional sobre las oportunidades y desafíos que representa el envejecimiento activo.
En el año 2050 se alcanzará la cifra de 1.100 millones de personas mayores. En España, actualmente casi el 20% de la población son personas mayores de 65 años y en las próximas décadas superarán el 30%.
Y sin embargo, las personas de edad son un grupo vulnerable, que sufre discriminación en diferentes ámbitos (social, laboral) lo que limita su potencial y afecta negativamente a su salud y bienestar. No debemos, ni podemos renunciar a la aportación de las personas mayores a través del voluntariado, la participación social, como soporte de sus familias y participando cada vez más en la fuerza laboral de una sociedad.
En este sentido, las políticas públicas son imprescindibles. El sistema público de salud, la protección a la dependencia, los servicios sociales, el sistema público de pensiones, entre otros, son esenciales para que las personas puedan envejecer en condiciones saludables y con autonomía. Son instrumentos necesarios para luchar contra la desigualdad en todas las etapas de la vida.
Pero es preciso resolver las carencias que aún tiene nuestro sistema de protección social y dar respuesta a las necesidades de las personas mayores.
La sanidad pública tiene necesidad de refuerzo y mejora de medios humanos y materiales, pues su debilitamiento consciente, privatizando y disminuyendo las inversiones, la han llevado a una situación insostenible. CCOO y UGT exigimos incrementar la inversión en políticas de sanidad, especialmente en la atención primaria.
Es necesario, asimismo, implementar un plan nacional contra la soledad no deseada, con la creación de redes de apoyo, políticas de salud mental, mejorar las condiciones y la accesibilidad en las viviendas, las zonas comunitarias y las condiciones económicas.
Las reformas del sistema público de pensiones, acordadas en el marco del diálogo social, han ido en la dirección de asegurar a las personas que se jubilan unas pensiones dignas, que les permitan cubrir sus necesidades en el plano económico, en el marco de garantía de sostenibilidad financiera del sistema. Pero hay que seguir avanzando para mejorar las pensiones no contributivas, las pensiones mínimas e ir cerrando la brecha entre hombres y mujeres en las pensiones contributivas.
A esta brecha en las pensiones contribuye la diferencia salarial entre mujeres y hombres, pero también los diversos roles que desempeñan o han desempeñado unas y otros en el cuidado de los hijos o familiares, tarea que asumen principalmente las mujeres. UGT y CCOO exigimos, por ello, la dignificación de los trabajos de cuidados, yacimiento de empleo actual y futuro, que deben ser de calidad, con empleos formados y cualificados, con el reconocimiento social y económico que merecen y las condiciones de trabajo adecuadas.
CCOO y UGT reiteramos nuestro apoyo a las movilizaciones contra la pobreza energética, y pedimos la implementación de medidas específicas para la población más vulnerable (financiación de actuaciones para la eficiencia energética de los hogares, ampliar y reforzar el bono social, extender el plazo de moratoria a los cortes de luz…)
Ante estos retos pendientes en el desarrollo de políticas públicas, y singularmente en lo referido a la mejora del sistema de salud y dependencia, la financiación de las pensiones, la aplicación transversal de la perspectiva de género y el replanteamiento del sistema productivo y fiscal, las organizaciones sindicales de UGT y CCOO seguiremos reforzando nuestra capacidad de movilización y propuesta hasta alcanzar esos objetivos, llamando y concurriendo con el conjunto de la sociedad a participar en estas movilizaciones