miércoles. 24.04.2024

 

 

Serán  Francia o Inglaterra por segunda vez en su historia; serán Croacia o Bélgica por primera vez. El fútbol conocerá la próxima semana a su nuevo campeón mundial, al nuevo "capo di capos" al que venerar durante los próximos cuatro años. Un acontecimiento histórico, para un deporte desde el que se puede observar como ha evolucionado la propia humanidad en los últimos 150 años. Desde aquel María Cristina con el que el balón comenzaba a rodar en Ceuta hasta la camiseta firmada de Koke o Fernando Llorente; desde las insignias de la Unión Soviética, Zaire o Yugoslavia hasta las actuales de Croacia, Serbia o Rusia. Desde las entradas de homenaje a Pirri hasta la entrada de aquella mítica final de España 82 en el Santiago Bernabéu. El fútbol cabe en una habitación, si: en una habitación como la de Javier Berral, coleccionista que ha logrado reunir la propia esencia de la historia balompédica en su domicilio.

 

Berral no oculta el trabajo y el dinero invertidos, a veces sin suerte, en la pasión de coleccionista. En cualquier rastro, convención o red de contactos se encuentran auténticas joyas -las actas del Congreso Mundial de FIFA de 1929 en Barcelona, por ejemplo-, pero como en el propio deporte rey, a veces es necesario un golpe de suerte.

 

La estancia, pequeña, sin embargo está bien organizada. Hay una parte dedicada, por ejemplo, al fútbol de Ceuta. Ahí coinciden todos los astros de nuestro firmamento balompédico: Lesmes, Bravo, Serrán, Pirri, Nayim, Migueli. Con especial hueco para el Atlético de Tetuán y, ¿cómo no?, para el jugador más carismático y misterioso de la historia de ese equipo: Lahsen Ben Mohamed "Chicha".

 

El cartel -alineación incluida- del Italia-Alemania de 1982 (aquel de Pertini saltando en el palco del Bernabéu), entradas como la de la final de la Recopa Tottenham-Atlético, de infausto recuerdo para los colchoneros, entradas de  la inauguración del Bernabéu o el Camp Nou... La historia del fútbol en casa de un aficionado colchonero que no niega que le gustaría tener, algún día, la entrada de la final en que el Atlético y la Champions salden cuentas pendientes.

La historia del deporte rey, en una habitación