No es reforzar una investigación histórica con el arte; es que el arte es parte de la historia. Porque el relato, palabra tan de moda en estos tiempos, estaría incompleto a la hora de hablar de las invasiones napoleónicas sin la obra de Goya; del mismo modo que la Guerra Civil española del pasado siglo -cometemos un error a la hora de pensar que fue la única de nuestra historia- nos lleva siempre al Guernica de Picasso o a la fotografía de Robert Capa, el dúo más célebre de la historia del daguerrotipo, con la muerte de un miliciano.
Ceuta tiene muchos casos. Uno en concreto toca la fibra a Antonio David Palma, vicedecano de la UGR: Santiago González Tablas. Coautor de "Ni Tazarut, ni cien Tazarut", admite que "no sería posible investigar la figura del héroe regular" sin la figura de Mariano Bertuchi. El pintor granadino, que en los últimos años y a raiz de su protagonismo en 'El tiempo entre costuras' parece haberse puesto de moda, dibujó el entierro del militar navarro.
De eso, de la investigación a través del arte van las jornadas que han comenzado esta tarde en el Campus Universitario. Unas jornadas en las que también se tratará "y he tenido el honor de hacerlo", la conversión de aquel antiguo Cuartel de la Reina en el actual edificio, a lo largo de los últimos doscientos años desde la existencia del centro.
También del cine: con el profesor de la Universidad de Málaga, Miguel de Aguilerea Moyano, que cierra la jornada de esta tarde. Con el cine ¿cabe mayor lección de economía y geopolítica que la trilogía de El Padrino?. De eso va esto: el arte, en cualquiera de sus expresiones no es una parte complementaria a la historia. Es la propia historia.
