lunes. 29.04.2024
SEMANA SANTA

Un cautivo y una leyenda urbana: Ceuta se prepara para uno de sus momentos más especiales

Ceuta volverá a vivir mañana uno de los momentos más especiales de su calendario: el traslado de la imagen del Medinaceli y María Santísima de los Dolores desde Príncipe Alfonso hasta automovilismo. Pero, haciendo un poco de historia ¿cuando comenzó la devoción por el Cautivo en Ceuta?.
La imagen del Medinaceli, junto a Sidi Embarek / Archivo
La imagen del Medinaceli, junto a Sidi Embarek / Archivo

Hagamos un poco de chauvinismo: hay casi medio centenar de cofradías que en toda España liberan a un preso, pero la icónica imagen de un cautivo junto a una mezquita solo es posible en un lugar y en un día. En Ceuta, tal día como mañana, sábado santo. El Señor de Ceuta, el Medinaceli, volverá a ser trasladado a las Puertas del Campo para su salida en procesión. Mañana, por primera vez en seis años -entre el cierre de Los Rosales y la pandemia- tendrá lugar la liberación de un preso en la tarde del sábado santo. No será desde la vetusta cárcel, sino desde el Acuartelamiento de Regulares. Apróximadamente una hora después de la salida del Cristo, a las 18.30 horas, J.L.A., de 24 años de edad, recuperará la libertad. Técnicamente, no de modo definitivo: se le otorga hasta el final de su condena, en 2024. Hasta entonces, este joven condenado en 2018 por un delito contra la salud pública será libre, bajo supervisión de la Hermandad del Cautivo.

Hasta aquí, mas o menos, la historia es conocida. Pero como todo, tiene un origen. ¿En qué momento llega el Cristo de Medinaceli a Ceuta?. Hay que remontarse al siglo XVII. Al actual Marruecos. Los trinitarios llevan a la ciudad de La Mámora (Mehdía en la actualidad) una imagen de origen desconocido que representa a Jesús de Nazaret yendo al juicio en el que se acordó por un tribunal popular su condena a muerte y salvar a Barrabás. Corre el año de 1614.

Pero en 1681, la ciudad cae ante el asedio de las tropas de Muley Ismail (de el hablaremos más adelante). Y la imagen es trasladada a Mekines, donde según algunos relatos es arrastrada por las calles, en un gesto claro para humillar a la comunidad cristiana. Y ahora entramos en el terreno de la leyenda: un padre trinitario, Pedro de los Ángeles espantado por lo que veía, se pone manos a la obra y pide a Ismail pagar un rescate por el Cristo como si se tratase de un Cautivo más. Pagando su peso en oro. Cuenta la tradición que, milagrosamente, el Cristo rebajó su peso a la hora del acuerdo, lo cual ahorró unas cuantas monedas a la Orden Trinitaria.

Detalle del cuadro "Cristo de Medinaceli arrastrado", de Juan de Valdez
Detalle del cuadro "Cristo de Medinaceli arrastrado", de Juan de Valdez

El Cristo de Medinaceli es uno más de los liberados de la Mámora.  Y por ello, debe llevar una pulsera con el mismo color que el de las personas que también alcanzan su libertad: roja y azul. Y ahora, es cuando Ceuta 'entra' en la historia.

Porque antes de llegar a Madrid -donde recibe su actual nombre porque la actual Basílica se ubica en un terreno que era propiedad del duque de Medinaceli- la imagen de aquel cautivo o Cristo del Rescate como se le llegó a conocer,  pasa por varios lugares: Tetuán, Ceuta o Gibraltar. Y a cada lugar que pasa, cuenta el cronista oficial de Ceuta, José Luis Gómez Barceló "la devoción crece, en los años en que permanece en la ciudad". De ahí que en 1728 Fray Juan de la Concepción talle la imagen del Señor de Ceuta y, doce meses más tarde, haga lo propio con María Santísima de los Dolores. Tuvo varias ubicaciones en Ceuta: el antiguo Convento de los Trinitarios -reconstruido tras la reciente reforma de la Gran Vía- y varias parroquias hasta que se estableció en la capilla de un barrio naciente, a principios del pasado siglo, y que acogía principalmente a trabajadores de la construcción que buscaban un sustento en una ciudad en plena expansión urbanística. La barriada de 'La Unión' o de Príncipe Alfonso...

El Cristo de Medinaceli sale de la barriada Príncipe Alfonso/ Archivo
El Cristo de Medinaceli sale de la barriada Príncipe Alfonso/ Archivo

Ahora vamos con Muley Ismail: es el sultán que lanza sobre Ceuta el mayor asedio de la historia de la humanidad sobre una ciudad. Treinta y tres años, entrer 1695 y 1720, que acaban infructuosamente pese al apoyo británico para que Ismail consiguiese dominar una Ceuta que se expande en su territorio desde la Almina hasta prácticamente la extensión actual.

Por cierto. En el titular se habla de una leyenda urbana. ¿Cual es?. Aquella que señala que el verdadero Cristo de Medinaceli es el que está en Ceuta y no en Madrid. "Son imágenes distintas, esa teoría ha surgido en los últimos años sin base histórica ninguna", sentencia alguien tan autorizado como Gómez Barceló.

Imagen del convento de los trinitarios/ Archivo
Imagen del convento de los trinitarios/ Archivo

Y un detalle que no puede pasar desapercibido. El origen de esta historia es un enfrentamiento religioso. Sin embargo, el Cautivo se ha convertido, a día de hoy, en todo lo contrario. Prueba de ello: el gran incendio de Príncipe Alfonso hace unas décadas en el que la mayoría de los vecinos, de religión musulmana, acudieron al rescate del Cristo de su barrio. El mismo que mañana protagonizará la exhibición de la Ceuta más castiza y multicultural.

Un cautivo y una leyenda urbana: Ceuta se prepara para uno de sus momentos más especiales