La transición a no llevar la mascarilla en el transporte publico se ha realizado con mucha normalidad, tanto por parte de los pasajeros como de los conductores de taxis y autobuses. Y por parte de quienes se sienten liberados como quienes prefieren, de momento, continuar llevándola.

Los taxistas se sienten aliviados, porque, dicen algunos, en verano daba mucho calor aunque en invierno era más tolerable. Consideran que es una medida que ya no tiene eficacia, puesto que las personas pueden contagiarse más fácilmente en otros entornos dónde están mas apiñados.

Según explican algunos profesionales del taxi, la mitad - más o menos - de los pasajeros deciden llevar todavía la mascarilla, "teniendo en cuenta que muchos usuarios del taxi son personas mayores" En esos casos, los taxistas, por respeto, también realizan el viaje con la mascarilla puesta. En algún caso, incluso la mascarilla sigue colgando del volante para cuando es necesario usarla.

En general, no tienen problemas con quienes deciden en un sentido u otro, pero piden a los usuarios que notifiquen si tienen COVID, para que el conductor se pueda poner la mascarilla y esté avisado.

Los pasajeros con los que hemos hablado ven bien que ya no sea obligatorio, pero muchos seguirán usándola en el autobús, puesto que consideran que es mejor prevenir en un entorno con tanto tránsito de personas que suben y bajan. Especialmente los de mayor edad, que son las personas con más riesgo.

En cuanto a los conductores, no desentonan con el resto de la población, hay quienes - 50% - consideran prudente llevarla porque entra y sale mucha gente en el coche y quienes no lo ven necesario en estos momentos.

José Antonio Blanco, inspector del Servicio de Autobuses, ha señalado que la jornada se está viviendo con total normalidad, con pasajeros que preguntan por la mascarilla porque no están del todo enterados, y otro que, estándolo, prefieren llevarla. Ya se han retirado los carteles que informan de la obligatoriedad de llevar mascarillas, pero por otra parte, el servicio se está haciendo con la cotidianeidad diaria.