No deja de sorprender la cantidad de basura que somos capaces de arrojar mar y por mucho que se recoja, siempre queda más. Esta es la conclusión que se extrae después de pasar una jornada con los voluntarios de 'Ceuta sin plástico', que en menos de una hora y centrados en una superficie de poco más de 60 metros cuadrados se han recogido casi 200 kilos de residuos, en concreto han sido 194.
Tapones, bolsas, botellas, cajas... hasta un anafre, con parrilla incluida, más un par de sillas. Este ha sido el catálogo de objetos que los voluntarios, capitaneados por Cristian León, han recogido en un rincón de la costa en la zona de Santa Catalina. Un grupo de voluntarios que no ha hecho más que crecer desde que, en la mente de León, surgió esta idea. "Ha habido días que me he encontrado con un grupo de 80 personas, teniendo que dividirlos en dos turnos porque no teníamos suficientes guantes para tanta gente".
León, promotor de esta idea, espera, un día, poder "aburrirse en casa" y dejar de llevar a cabo estas recogidas de residuos. "Si estamos aquí, es porque hacemos falta y es una desgracia para el medio ambiente que un grupo de personas se tengan que reunir para recoger los plásticos que otras personas tiran".
Pero su labor medioambiental no se circunscribe únicamente en labores de limpieza. Desde 'Ceuta sin plástico' pretender concienciar a la ciudadanía ceutí sobre la conciencia ecológica y el respeto al medio ambiente. "Nos consolamos pensando que muchos de estos restos los devuelve el mar, pero ¿quién ha dejado esos plásticos ahí?" se pregunta Cristian León quien, además, señala que los microplásticos "no son algo lejano, (la corriente del Estrecho no puede con todo), ya están en nuestras costas y esos microplásticos entran en la cadena alimentaria" y por consiguiente "nos alimentamos de microplásticos".
'Ceuta sin plástico' tiene dos objetivos. Uno, a corto plazo (el de la limpieza) y otro, a largo plazo, el de la concienciación. "Es mucho más complicado que el de hacer una salida semanal para hacer una limpieza". Los voluntarios han de repetir las localizaciones en las que hacer las recogidas porque al poco tiempo de limpiar, la zona vuelve a estar como al principio. "Pretendemos que al gente, aunque no les vea nadie, sea consciente del problema y se lleve los residuos que han generado, tras un día en el campo o en la playa", apunta León. "Igual que lo has traído, te lo llevas". Será menos pesado, ya que vacías, las botellas pesan menos.
Tras la recogida, los voluntarios, unos 20 entre los que se contaba un grupo de niños, han acarreado las bolsas industriales de basura, más de una treintena, hasta la explanada frente al cementerio para que TRACE hiciera la recogida y hasta una nueva cita porque, visto lo visto, será necesario que los voluntarios de 'Ceuta sin plástico' se arremanguen para recoger la basura que otros dejan atrás.
