Hace unos años, un grupo de personas con inquietudes sociales decidieron unirse y hacer algo ante la crisis de las hipotecas subprime que devastaba sin piedad a la sociedad: empleos destruidos, sueldos congelados y las necesidades básicas de miles de familias en riesgo de no poder ser cubiertas. La línea más delicada del Estado de Bienestar, a punto de cruzarse. En Ceuta ese grupo de personas decidió organizarse partiendo de comunidades parroquiales. Y se pusieron en contacto con la Federación Española de Bancos de Alimentos.
Esas personas, más de diez años después, ha vivido hoy un día especial. Un día de orgullo para Banco de Alimentos, pero precisamente por lo que comporta de atención social más elemental a familias ceutíes, una no tan buena para Ceuta. Lo admite Pedro Mariscal, sin ambages: "Esto significa que la cosa va a más".

El presidente del Banco de Alimentos habla a las claras de un proyecto que le ilusiona. "Estará en siete meses listo, y son unas instalaciones muy buenas" para las necesidades de Banco de Alimentos. Un proyecto que se convertirá en la tercera sede de Banco de Alimentos, tras la del Polígono Vírgen de África y la actual, en la Avenida Juan de Borbón.
Al acto de la presentación del edificio, obra de la arquitecta Judith Albiñana y del arquitecto técnico Miguel Ángel Montano, acuden autoridades como el presidente de la Ciudad, Juan Vivas junto a algunos miembros de su Gobierno o el comandante general, Marcos Llago, además de representantes de varios partidos de la Asamblea. En siete meses, la nueva sede de Banco de Alimentos será una realidad.