sábado. 27.07.2024
CARNAVAL

La superstición del 'Bizcocho' y la vida eterna de los carnavales

Un año más, Ceuta ha dado la bienvenida al carnaval con un multitudinario acto en la Avenida Marina Española. Las agrupaciones locales han dejado algún pellizquito de lo que nos depara el próximo sábado. Todo esto mientras el fin de fiesta lo ponía la chirigota 'La última y nos vamos', que cumple una peculiar tradición de su grupo
La chirigota del Bizcocho, sobre el escenario/ Juanjo Coronado
La chirigota del Bizcocho, sobre el escenario/ Juanjo Coronado

Nota para la Agrupación Deportiva Ceuta y sus dirigentes: en los dos años que lleva el club blanco militando en Primera Federación, ha coincidido la tradicional 'Mejilloná' con un partido de los blancos. Y en ambos, se ha saldado con victoria: el pasado año con remontada (1-2) incluída en el Nuevo Mirador de Algeciras y este año con triunfo holgado como local ante el Real Madrid Castilla. La nueva gesta de los de José Juan Romero, cada vez más cerca de certificar una permanencia más tranquila y con licencia para soñar con los play off, se notaba también en el Auditorio de la Marina. Buen 'rollo', ambiente festivo e ilusión porque, una vez más, el Carnaval llega con los bivalvos como heraldos del Dios Momo.

El carnaval, como todas las tradiciones, tiene también un punto de reencuentro con los orígenes, de cruce con la propia vida. Cristina, médico de familia -profesión tan de moda informativamente hablando en los últimos días- en Cáceres se deshace en elogios hacia la ciudad extremeña, donde la han acogido fenomenalmente. Pero, desplazada a Ceuta estos días por temas familiares, "me hace ilusión venir a la Mejilloná, sobre todo porque escucho hablar a la gente y veo como cada vez me llama más la atención mi propio acento", admite. A dos metros, Manuel, un fanático del fútbol y los videojuegos abre un vídeo en el que se cumple su gran sueño: tener el FIFA cuya portada protagonizaba Raúl González Blanco firmado por el ahora entrenador del Real Madrid Castilla. Mientras, el pequeño Miguel utiliza esa mirada con la que los niños de meses parecen querer tragarse el mundo entero en la primera Mejilloná de su vida. "Y muchas más que vendrán", advierte su madre.

El público abarrotó el graderío/ Juanjo Coronado
El público abarrotó el graderío/ Juanjo Coronado

Una a una, las agrupaciones van desfilando. Empezando por la que ya es la sensación, "Los hijos de los chirigoteros y comparsistas que se las dan de artistas". La agrupación infantil, que actuará a modo de exhibición -no ha habido concurso en la modalidad- canta un repertorio completo, como lo hacen 'Los Lenguetas'. El resto va dejando alguna pincelada por la que se pueden ir imaginando los tipos. Una pista: a Eduardo Ayala parece que le va a caer la mundial este año, por aquello del disfraz de Guardia Civil más conocido desde aquellos de Antonio Recio y sus controles de alcoholemia. Si le queda bien el traje de guardia, sería un auténtico pelotazo para estos carnavales.

Como pelotazo es el que pega Antonio Álvarez, 'El Bizcocho'. El chirigotero sevillano busca su tercera final. Por cierto, que si se cumple una superstición que el mismo dice tener, es posible que el viernes le veamos sobre las tablas del Gran Teatro Falla. ¿Cual es esa superstición?. "Sabíamos que nos podía tocar en Ceuta por la mañana y en Cádiz por la noche en semifinales. Lo hemos hecho a conciencia, puesto que los dos años que nos hemos metido en la final lo hemos hecho firmando contratos para el fin de semana antes de que acabe el concurso". En cualquier caso "el premio es venir a Ceuta y que la gente cante nuestro estribillo de este año".

El acto comienza con la actuación, por cierto, de 'Algarabía': una interesante instrumentación de pasodobles tanto dea Ceuta de Cádiz, elegantemente orquestados. Ello permite ver a Valeriano Hoyos cantando su rumba, coreada por el público. O a tres padres de aquellos chirigoteros de nuevo cuño, Ramón Silva, Kico Villalba y Pepe Bagglieto, cantando aquel credo que un genio hizo inmortal y que mostraba la fe en la vida eterna de los carnavales. Que así sea, pues.

La superstición del 'Bizcocho' y la vida eterna de los carnavales