La leyenda de aquel gitano, hijo de un herrero que se ganaba unas pesetas en la Venta de Vargas alegrando las copiosas cenas de negocios de los grandes señores de la provincia de Cádiz se agrandó una noche en que entró por el mítico local de San Fernando el que era la gran referencia del flamenco en España: Manolo Caracol. Quien fuera pareja de Lola Flores se midió sin pensarlo a aquel chiquillo, del que tenía referencias como un posible sucesor. Sin embargo, el gran cantante se fue con las orejas gachas: a cada cante que terminaba, el jovencito local pedía subir un traste a la guitarra, añadir un punto más de dificultad. Al final, el viejo maestro tiró la toalla y el muchacho se impuso. Corrían los primeros años 70 y José Monge Cruz "Camarón de la Isla" salió de aquel pique flamenco directo a ser el más grande de todos los tiempos.
Cuando Camarón murió, hace treinta años y como consecuencia de una enfermedad cancerígena, el flamenco sintió quedarse huérfano. ¿Quien ocuparía el trono, muertos o retirados los antiguos y puristas, y fallecido prematuramente José?. Los ojos se volvieron hacia un puñado de coetáneos suyos, de esos flamencos de cuellos de camisa anchos, chaquetas estruendosas y que habían compartido con el noches de escenario y la querencia por la innovación: el granadino Enrique Morente o el jerezano José Soto, llamado "Mercé" en homenaje al barrio de La Merced en el que se crió. El madrileño Diego Jiménez "El Cigala" apenas estaba empezando y el catalán Miguel Poveda o el onubense Arcángel eran apenas unos niños.
Mercé es, posiblemente junto a los citados, el gran referente del flamenco de los últimos años en España, al menos en la vertiente masculina.. Y el propio Mercé vivió el pasado domingo un pique como el de aquella Venta de Vargas, aunque sin tanta tensión como la que debió haber entre Caracol y Camarón. De hecho, dudamos que aquello acabara con un abrazo y con tanta fraternidad como la que mantuvieron el cantante de 'Aire' o 'La vida sale' con Manuel Colón.
¿Quien es este?. Pues un cabo de la Legión, que participaba en la Procesión de La Borriquita en Ubrique. En los momentos previos a la procesión, una comida de hermandad en la que participaban el propio Mercé, los toreros Juan José Padilla y Fran Rivera o los miembros del Tercio Duque de Alba. Colon acaba cantando la colombiana legionaria para fundirse posteriormente en un abrazo con un Mercé que lleva una camiseta del Tercio. Y no, no desentona el cabo legionario pese a tener delante suya a uno de los monstruos del cante, como pueden ver bajo estas líneas en el vídeo que el propio Manuel ha colgado en su canal de Youtube.
No, no hubo un reto entre dos hombres disputándose el trono musical, sino flamenco y buen rollo en la sobremesa de un día que en la bella localidad gaditana esperaban con importancia, para ver desfilar a la Legión en el inicio de su Semana Mayor. Con un detalle entrañable: el pequeño Julián, al que la vida le ha hecho una faena en forma de cáncer agresivo, pudo cumplir su sueño de tocar y ver actuar al Tercio.
Por cierto: hoy los legionarios ceutíes participan en la Semana Santa de Sevilla y Málaga. Concretamente, de Alcalá del Río y Alhaurín De la Torre. La vinculación entre el Tercio y la Semana Santa sigue gozando de buena salud. Y el flamenco original, ese consistente en alegrar con un cante cualquier situación, también. Buena señal, pues...
