jueves. 25.04.2024

Con el otoño, las bajas temperaturas, las lluvias y la ropa de abrigo llegan para quedarse. Durante los primeros meses de esta época son frecuentes las dudas sobre cuánto conviene abrigarse, algo que ocurre tanto para humanos como peludos. En el caso de nosotros mismos puede ser más sencillo saber si tenemos o no frío, pero, en el caso de nuestra mascota a veces puede ser más difícil detectar si nuestro can requiere de una prenda de mayor abrigo. En ese sentido,el portal Tiendanimal, ofrece algunas recomendaciones básicas para evitar que nuestro fiel compañero acuse el frío de esta temporada y que su salud no pueda verse resentida, de la mano de Nuria Gómez Constanzo, experta veterinaria de Clinicanimal, la red de centros veterinarios de Tiendanimal.

En el caso de las familias con perro, las salidas al exterior forman parte de sus rutinas para asegurar su bienestar y su buen estado físico de la mascota, ya sea en temporadas con temperaturas cálidas o frías y húmedas. En ese sentido, será clave atender a las características especiales de nuestro can para saber si necesita o no ropa de abrigo. Según informa Nuria Gómez, “la protección del frío en los perros varía en función de su morfología, si es un perro de gran tamaño o pequeño, de si tiene el pelo corto o largo, o si es cachorro, un adulto o uno de avanzada edad. De hecho, en el caso de estos últimos, debemos prestar aún más atención a esta cuestión dado que su mayor vulnerabilidad puede hacer que el catarro derive en bronquitis, artritis o incluso neumonía”.

Existen perros que, por su condición física o necesidades especiales, presentan mayor susceptibilidad ante el frío. Tal y como explica la experta veterinaria: “nos referimos por ejemplo a perros cachorros, ancianos, perros sin pelo o animales enfermos, así como a determinadas razas caninas como el galgo, pinchers y otras razas que no tienen una buena capa de subpelo. Todos ellos necesitarán cuidados extra con la llegada del frío. Por el contrario, animales sanos, jóvenes y dinámicos, que tengan sano su manto natural de pelo y no presenten sensación aparente de frío, en un principio, no requerirían de estas prendas de abrigo extras”.

En ese sentido, "será clave entender las señales que nuestra mascota puedan darnos. El síntoma más común serán los temblores, frecuente en razas de tamaño pequeño, así como en perros de pelo corto o perros sin pelo. “En estos casos sí se recomienda abrigar a un perro, ya sea con el uso de un jersey o un abrigo especialmente diseñado para perros”, menciona. Otros síntomas que podemos encontrar y que indican que el perro está pasando frío son la rigidez muscular, la piel muy fría o incluso la somnolencia, en casos más extremos".

La experta veterinaria ha matizado que “abrigar a nuestros perros no debe ser una excentricidad. Un abrigo, jersey o, en definitiva, cualquier prenda que le pongamos a nuestro can es una capa más de “piel” y en ese sentido es muy positivo, ya que, más allá de protegerles del frío cuando están parados y en movimiento, también ayudan a prevenir parásitos o incluso del ataque de otro perro. No obstante, siempre conviene visitar a nuestro veterinario de confianza para que nos explique cuál es la prenda de abrigo que mejor se ajusta a las necesidades de nuestra mascota”.

“Atendiendo a la estructura de nuestro perro, lo más recomendable es que el abrigo deba cubrir todo el lomo, desde la base hasta la cola, ya que se trata de la parte del cuerpo que queda más expuesta al exterior. El cuello también es una zona muy vulnerable y que no debe quedar desprotegida, si queremos aislarles correctamente del frío”, añade la experta veterinaria.

Asimismo, conviene evitar las prendas rígidas o demasiado acolchadas que puedan limitar la movilidad de tu perro, y optar por tejidos elásticos que resulten cómodos y abrigados, que puedan ser empleados tanto para estar en casa como para salir a pasear. “Así evitaremos que sufra cualquier tipo de resfriado o catarro, que se manifiestan con estornudos y tos, entre otros síntomas, por culpa del frío”, explica.

En el caso de lluvia, es común que el perro regrese al hogar mojado o con el pelaje humedecido tras el paseo, algo que puede derivar en problemas pulmonares, si la salud de nuestro perro es delicada. En ese sentido, un abrigo con un impermeable, que lo proteja de la lluvia y la nieve, puede ayudar a aislar adecuadamente al can, combinándolo, una vez lleguemos a casa, con una buena sesión de toalla y secador, para que nuestro fiel compañero esté completamente seco. Así evitaremos enfermedades pulmonares y resfriados, que puedan suponer problemas de salud más graves”, concluye.

Llega el invierno ¿qué abrigo es necesario para los perros?