José Luis Ballesteros, «El Love», y Manuel Carrión, «El Cabra», no han comparecido solos sobre las tablas del Teatro Auditorio Revellín. Los chirigoteros gaditanos, encargados de ofrecer esta noche de jueves el pregón del Carnaval caballa, se han hecho acompañar de su formación los «Ya son five, de Cai». De hecho, Carlos Pérez, uno de los notables del grupo, ha sido el encargado de hilar la parte hablada del pregón mientras «El Love» y «El Cabra» asumían el papel de animadores.
«El Love» y «El Cabra» no son cualquier cosa. Ambos constituyen una institución en el Carnaval de Cádiz. Chirigoteros por antonomasia, la agrupación en la que han forjado su reputación nació en 1984 bajo el tipo de «Los indiotas». Después llegarían la mítica «Las momias de güete pa guá con los niños», «Los príncipes encantados, hola qué tal» o el primer premio del concurso gaditano «Una chirigota con clase». Quienes cuentan con este currículo no pasan desapercibidos si son los encargados de defender un pregón de Carnaval.
Con este espíritu llegaban al Revellín, granjeándose desde el primer momento la complicidad del público, dispuesto a responder con palmadas y vítores a sus indicaciones desde el patio de butacas.
Encomios a la ciudad y cantos de amor al Carnaval, tomado como una medicina lenitiva («cuando estoy aquí cantando se me olvidan los dolores») han pespunteado un pregón en el que no han faltado referencias a los más antiguos carnavaleros locales (Chiki, Valeriano Hoyos, Paco Pino, Juan Sánchez Baglietto,Pepe Romero, Rafael, «El Cardíaco», entre otros) ni partes del repertorio de agrupaciones clásicas gaditanas.
«El Love», «El Cabra» y su acompañamiento delirante han cumplido con su labor. Todo está en su sitio para celebrar el Carnaval.
